Valladolid

El maquinista de tren que es divulgador del arte

Alonso recuerda que su primer viaje exclusivamente enfocado en el patrimonio, cuando todavía estaba estudiando, fue a la Roda, un pueblo albaceteño con una iglesia renacentista con retablo barroco, «de lo mejor de mi provincia». La experiencia le gustó tanto que «de ahí en adelante empecé a ampliar mis horizontes y a hacer viajes regularmente». Desde mayo de 2023, por «mis propios y limitados medios y en mi tiempo libre», se dedica a viajar solo por toda la geografía española dando a conocer parte de «nuestra inmensa herencia cultural», desde lugares tan icónicos como la Catedral de Sevilla, hasta otros más pequeños como Calatayud, Tudela, Orihuela o Medina de Rioseco.

Al principio de sus viajes no tenía redes para su difusión y tampoco se le había ocurrido. Sin embargo, «el auge de las redes sociales y su grandísima utilidad para llegar a la masas» le animó a crear la cuenta @ars_aedificia (palabras latinas que significan edificios de arte) en Instagram y otra en Facebook con su nombre y apellidos, con el objetivo de «transmitir mi afición y aprecio por el patrimonio, pero, sobre todo, el hecho de que se sepa de su existencia». Una difusión en redes a la que llegó siguiendo los pasos de otras cuentas existentes en Europa central e Italia y que realiza principalmente con el uso de vídeos cortos que «resaltan la espectacularidad de estos lugares y captan la atención de los espectadores».

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Con el tiempo se ha dado cuenta del interés que despiertan los lugares que visita, recibiendo casi a diario mensajes de sorpresa al descubrir su existencia, tanto por parte de españoles como de extranjeros, así por ejemplo una persona de EEUU se ha interesado por la iglesia de Santiago de Rioseco. También, con el tiempo, tras sus viajes, ha podido saber que era triste que hubiese estado en Praga antes que en Sevilla, Toledo o Valladolid, por poner unos ejemplos. Por eso, piensa que «se nos educa para valorar lo extranjero y olvidamos que a la vuelta de la esquina tenemos lugares increíbles, de valor incalculable que ignoramos e incluso despreciamos».

Tras su paso por Medina de Rioseco, con visita a las iglesias de Santiago y Santa María, con la Capilla de los Benavente, los museos de Semana Santa y San Francisco, con sus famosos barros cocidos de Juan de Juni, Alonso reconoce que «cualquier expectativa que llegase a tener quedó superada con creces al conocer el lugar, por la grandiosidad de sus monumentos que reflejan su glorioso e importante pasado». Además manifiesta que, pese a haber hecho mi visita en una gris y fría mañana de enero, «recibí el calor y la amabilidad de aquellos con los que traté, los cuales me transmitieron con orgullo y pasión su historia y amor hacia la Ciudad de los Almirantes, lo cual trataré yo de hacer con mis seguidores».

Junto a Rioseco, en la provincia de Valladolid, ha viajado a la capital, en la que visitó la Catedral, el Museo Nacional de Escultura, las iglesias de Santiago, San Pablo, San Martín, San Benito, Santísimo Salvador y San Miguel, cuyo vídeo de su capilla-relicario alcanzó las 160.000 visualizaciones. También visitó el Pasaje Gutiérrez y la Universidad. Además de regresar a Rioseco y Valladolid, el joven de Albacete tiene pensado viajar a corto plazo a Sigüenza y Murcia y, más adelante, estar unos días por la provincia de Jaén.

Respeto a su profesión como maquinista, especialmente de trenes de mercancía, explica que «es un trabajo por lo general nómada, que incentiva ver muchos lugares, muy estimulante», porque «muchos lugares que veo junto a las vías acaban en una lista personal de futuras visitas». Así, por ejemplo, cuenta que en el recorrido Pamplona-Zaragoza se pueden ver lugares tan impresionantes como el palacio real de Olite, la imponente iglesia de Villafranca o la ciudad monumental de Tudela.