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Actualización: la jueza del caso archivó las causas contra Carolo y Ramón G. el 17 de noviembre de 2023
El único detenido por su presunta vinculación con la desaparición de Esther López de la Rosa, la vecina de Traspinedo a la que se perdió la pista en la madrugada del 13 de enero, se ha declarado en huelga de hambre desde pocas horas después de su arresto el pasado sábado por la noche como forma de protesta para defender, según asegura, que no está implicado en el caso.
Los agentes de la Guardia Civil, entre tanto, continuarán registrando el chalé en el que reside tras trasladarlo a Valladolid hasta que la jueza ha prolongado la detención provisional del sospechoso, Ramón G., El Manitas, de 48 años, durante otras 72 horas.
Así, los próximos días, en este sentido, serán cruciales para conocer si esta línea de investigación, la que implicaría supuestamente al sospechoso, es buena o queda en vía muerta.
El detenido cuenta en su historial con antecedentes policiales por causas menores, incluida una detención por una pelea a finales de 2020, pero sin condenas firmes, según han confirmado fuentes jurídicas. Ramón, de 48 años, separado y padre de tres hijos, ha sido sometido a revisiones médicas en las últimas 48 horas, a raíz de su detención y de que declinara comer para iniciar una huelga de hambre en protesta por su arresto. Él, en cualquier caso, se ha desvinculado de la desaparición de la mujer de 35 años.
Las pesquisas realizadas hasta ahora por los investigadores apuntan a que la pista de Esther López se perdió a partir de las dos de la madrugada del 13 de enero, cuando su móvil dejó de emitir señal alguna en el entorno de la carretera de Soria, entre el restaurante La Maña y el camino que conduce a la Bodega Vizar. Allí precisamente, junto a esta última empresa, se encuentra el chalé de Ramón, El Manitas, que está siendo sometido a una minuciosa inspección ocular, al igual que su coche (un BMW), en la que participan perros adiestrados y decenas de especialistas de la Guardia Civil.
Los agentes, en paralelo, continúan rastreando el Duero con buzos en el entorno del río que se encuentra detrás de la vivienda del detenido, a escasos seiscientos metros, y buscan con perros adiestrados y desde el aire con un helicóptero algún rastro de la desaparecida por el entorno. La Guardia Civil ha insistido en que la detención de El Manitas es una línea de investigación más y en que se mantienen abiertas otras hipótesis. El caso es que Esther López continúa desaparecida cuando se cumplen doce días desde que fue vista por última vez en Traspinedo, donde reside, por unos amigos.
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