La madre de la detenida por yihadismo: «Me ha dicho que esté tranquila»

Hoy, en el municipio sigue sin hablarse de otra cosa, ya que sigue siendo el tema más comentado en cualquier terraza, negocio o local. A pie de calle, la detención de esta vecina, investigada por un delito de autoadoctrinamiento, que llevaría a un proceso de radicalización exprés sigue despertando todo tipo de comentarios.

La madre de la mujer detenida, que pasará mañana a disposición judicial, se encuentra «muy angustiada» por lo sucedido y pide «calma y comprensión a los vecinos, sobre todo que no especulen con cosas que no son ciertas. Mi hija nunca haría daño a nadie, de eso estoy segura y espero que todo esto se aclare», señala J. T. M., quien prefiere mantener su anonimato para mayor tranquilidad.

La tarde antes de producirse la detención en el domicilio donde residía su hija desde hace tres meses J. M. T. estuvo con ella. «No notamos nada extraño, pero ni en lunes ni en ningún momento, ella nunca se ha metido con nadie, mi hija no es una persona radical», asegura su madre, quien la define como una persona «que va del trabajo a casa, tranquila y tímida pero muy habladora con la familia».

«Quiero aclarar que si ella se ha metido de lleno en el islam, que eso no tiene nada de malo, lo ha hecho por ella misma y no por nadie más», dice tajante J. M. T, y lo destaca porque ha llegado a sus oídos que ha sido por una relación sentimental. «Ella estuvo hace tiempo con un argelino que era musulmán y que es muy buena persona, para nada radical. Ahora llevaba un año hablando con un hombre paquistaní, pero ella es así porque quiere ser así. Si se ha metido de lleno nadie le ha obligado».

La arrestada llevaba más de veinte años residiendo en Tudela de Duero, donde estudió. «Se le daban muy bien los idiomas, sabe inglés y aprendió árabe, seguramente todo se haya debido a comentarios en redes sociales o en Internet que haya podido tener en alguna conversación, pero no por planificar ni querer atentar contra nadie».

Reconoce su madre que durante toda su vida ha pasado por varias etapas en las que cuando «le daba por algo, le daba fuerte». Se refiere a la etapa que tuvo de feminismo más radical y la de profundas creencias cristianas. «Pues lo mismo ha pasado ahora», puntualiza.

J. M. T. pudo comunicarse ayer martes con su hija a través de una breve llamada mientras estaba en los calabozos del Instituto Armado en Tres Cantos (Madrid), donde permanece a la espera de pasar a disposición del Juzgado Central número 6 de la Audiencia Nacional. «Me dijo que no me preocupara, que todo estaba bien y yo le noté la voz tranquila, pero hoy ya no he podido hablar con ella, estamos a la espera de que mañana se celebre el juicio y a ver qué pasa porque puede ir a prisión o quedar en libertad, que es lo que todos nosotros esperamos».