'Laboratorio' fotovoltaico en Valle Esgueva

Nadie discute el papel estratégico que deben jugar las energías renovables, en especial la fotovoltaica. Pero la aceptación general está siendo aprovechada por la industria solar para 'bombardear' de proyectos las zonas con menos densidad de población.

Y el Valle de Esgueva se ha convertido en un 'laboratorio' de ese choque de fuerzas. Si cristalizan los proyectos presentados, en breve habrá once parques fotovoltaicos (dos ya en funcionamiento, 6 en tramitación, otros tres en estudio) en la zona baja de esta vaguada, la más cercana a la subestación de Valladolid a la que podrán engancharse todos ellos.

«No hay semana que no me llame algún empresario. Pero aquí se ha acabado la receptividad». Los alcaldes de Renedo y Castronuevo de Esgueva, Jesús Martín y Fernando Monge, coinciden en su postura. No hacen sino cumplir con el mandato de los vecinos de sus pueblos.

El 23 de septiembre, grupos políticos y vecinos de Renedo, reunidos tras la Plataforma de Defensa del Valle, asumieron el compromiso de «salvar el Valle Esgueva y preservar la vida» de sus pueblos. Y eso tiene que ver con que «no te asomes a la puerta de tu casa y te encuentres un mar de placas», avisa la concejal de Renedo, Sonia Cárdaba (PSOE).

'Renovables sí, pero no así'. Es el lema que repiten en sus campañas, charlas y rutas a pie en las que, desde hace meses, llevan a los vecinos a imaginar cómo sería su valle si se construyen estos huertos solares. Esa avalancha de placas ocuparía unas 1.500 hectáreas.

«No somos negacionistas. Pero al final va a haber más suelo ocupado por placas que por viviendas. Reclamamos un reequilibrio en la distribución territorial porque aquí solo agravará la despoblación rural», argumenta la portavoz de la Plataforma, Helena Sánchez-Reyes.

En la misma línea, el alcalde de Castronuevo, Fernando Monge, lamenta que «nos han pillado con los deberes sin hacer y queremos dejar claro que solo estamos en contra de que se instalen todos en las mismas zonas».

Sin embargo, poco pueden hacer municipios como el suyo que, al carecer de planes urbanísticos, dependen de las directrices de la Diputación y la Junta de Castilla y León. Su colega de Renedo de Esgueva es el único del valle que tiene plan urbanístico . «Eso nos da más margen de maniobra», confía Martín.

Pero la aprobación de proyectos depende de su tamaño. Y los promotores ya han aprendido a «fraccionarlos para burlar las leyes ambientales», denuncia Sánchez-Reyes, abogada de profesión. Y, cuando la gente se opone «van por la vía de la expropiación tras lograr la declaración de utilidad pública».

El fenómeno se repite en otras zonas de la provincia y de Castilla y León. Tordesillas, Wamba, Torrelobatón, Villalar... entre todos suman un centenar de proyectos que ocuparían más de 15.000 hectáreas.

Las plataformas vecinales han detectado que, tras esta inflación de planes hay «mucha falta de rigor e imparcialidad de las empresas redactoras de los estudios de impacto contratadas por los promotores». En los sellos de registro que van a las administraciones, hay consultaras de Andalucía o Murcia que ni han pisado el territorio, y mucho «corta-pega» de iniciativas copiadas de otras.

En el caso del Esgueva, su orografía hace aun más evidentes los dudosos efectos paisajísticos. Defensa del Valle han situado sobre un plano los parques diseñados: parece una gran lluvia de 'meteoritos' sobre sus laderas.

Por eso, reclaman que se haga una «planificación ordenada y que se instalen plantas más cerca de sus lugares de consumo», plantea Helena Sánchez-Reyes. En coincidencia con la resolución de la Secretaría de Estado de Energía (2021) que reconoció que las instalaciones de menor tamaño tienen «una eficiencia global potencialmente mayor, sufren menores pérdidas energéticas al requerir una menor creación de nuevas infraestructuras eléctricas».

En estos pueblos tratan de sensibilizar al sector agrario para que no caiga en el señuelo de los contratos. A los propietarios de las tierras les ofrecen contratos a largo plazo en los que la rentabilidad frente al cultivo se multiplicaría por ocho o por diez. Supondría «cambiar una economía productiva por otra rentista», dicen en la Plataforma. Y, como remata el alcalde de Castronuevo, Fernando Monge, «mucho hablar de la España vaciada y lo que quieren es acabar de vaciarla».

Consideran válido el mismo argumento que los que luchan contra la concentración excesiva de aerogeneradores en tantos pueblos. Aquellos gritaban «los molinos no traen vecinos». Ahora el lamento es 'renovables sí, pero no así».

Defensa del Valle Esgueva participó con otras 180 plataformas y 15.000 personas de toda España en la manifestación celebrada en la Puerta del Sol (Madrid) el día 16 para reclamar orden en la creciente 'burbuja' de proyectos solares.

La industria contestó tres días después con un Foro Solar que reunió a 600 empresas para reclamar que «se agilicen los tramites para que no se creen cuellos de botella y se agoten los plazos». El presidente de la Unión Española Fotovoltaica, José Donoso, aseguró que «cuanto más producen las renovables, más barata es la factura que paga el consumidor». El CEO de RIC Energy, José Luis Moya, argumenta que la fotovoltaica «debe ser para España lo que la nuclear para Francia».

Esta cumbre no dejó de lado el creciente rechazo social por la eclosión de peticiones. La comunicadora social Cristina Monge les recomendó que eviten «el rechazo ciudadano, porque es fundamental e imprescindible el apoyo social».