El doble parque fotovoltaico de 500 hectáreas en Valladolid tendrá 45 kilómetros soterrados

El doble proyecto, denominado Valle 1 y Valle 2, promovido por ISC Greenfield 10, S.L., ocupará 490 hectáreas y unos perímetros de vallado de 15 y 20 kilómetros, respectivamente. Ambas plantas contarán con 196.560 módulos. Pero su principal escollo está en las líneas de evacuación de la energía. En origen planteaba una línea eléctrica aérea de 220 kV (de 38,6 km total de longitud y 125 apoyos) hasta la subestación de Aldeamayor de San Martín.

Pero tras el rechazo de la Dirección General de Patrimonio Natural y Política Forestal de la Junta de Castilla y León, el promotor asume su soterramiento. Así, el trazado tendrá una longitud de 45,94 km y transcurrirá soterrado por Valladolid, Mucientes, Fuensaldaña, Santovenia de Pisuerga, Cistérniga, Laguna de Duero, Tudela de Duero, Boecillo y Aldeamayor de San Martín.

«Es descabellado –admite el portavoz de Ecologistas en Acción, Miguel Ángel Ceballos–. La Junta informó desfavorablemente y ahora presentan esta alternativa. Vamos a estudiar posibles nuevas alegaciones». Los ecologistas consideran «más lógico evacuar la producción hacia la subestación de La Mudarra, la más grande de España, distante apenas cinco kilómetros». La reformulación del proyecto supondrá multiplicar por ocho el cableado, soterrarlo y cruzar cinco municipios.

El informe del ministerio fija las condiciones ambientales, incluidas las medidas preventivas, correctoras y compensatorias, y exige una «adecuada» protección del medio ambiente y los recursos naturales, en especial el necesario cruce de ríos como el Pisuerga y el Duero al enterrar las líneas de transporte.

De hecho, el promotor responde a este informe indicando que «adaptará el vallado a lo que la Confederación Hidrográfica del Duero informe cuando emita el correspondiente permiso».

En la tramitación también habrá que responder a más alegaciones presentadas por Ecologistas en Acción, así como particulares, preocupados por «posibles afecciones a campos electromagnéticos por la línea de evacuación al discurrir su trazado inicial a menos de 200 metros de núcleos de población y a menos de 100 metros de viviendas aisladas». Entre esos núcleos están la urbanización Puerta de Casasola (Renedo de Esgueva), Valladolid capital, la urbanización El Páramo (La Cistérniga) y El Peregrino (Boecillo).

Sin embargo, los ecologistas no rechazan el proyecto. Consideran que la apuesta por la energía fotovoltaica es la alternativa clave en la lucha contra los combustibles fósiles. «Son muchos paneles pero estarán en una zona de baja productividad agrícola y somos firmes defensores de las energías alternativas», insiste Ceballos. Las quejas de los ambientalistas se centran en el «vacío regulatorio legal existente que provoca la inflación de proyectos sin control».

Miguel Ángel Ceballos pone el ejemplo de la energía eólica cuya eclosión «a finales del siglo XX sí acabó con una esfuerzo regulatorio». En el caso del 'boom' fotovoltaico «la discusión no debe ser tanto su despliegue como la falta de planificación legal», advierte el portavoz ecologista.