Portillo lucha por su Parque Empresarial

Sin duda alguna, el objetivo primordial para impulsar el desarrollo local y empresarial en Portillo pasa por el desarrollo del Parque Empresarial, iniciar esa primera fase de urbanización que, estoy seguro, tendría una gran acogida por parte de la empresa y los empresarios, fijando su lugar de trabajo y desarrollo en nuestro municipio. Es cierto y de razón señalar que nos enfrentamos al desafío del relevo generacional. Existen serias dificultades para continuar con la empresa familiar en la alfarería, la confitería e, incluso, en la agricultura. Son otras las prioridades de los jóvenes en este sentido, lejos de emprender o continuar con ese negocio familiar que ha ido pasando de generación en generación.

Entre nuestras principales soluciones se encuentra el desarrollo del Parque Empresarial de Portillo, una actuación y ejecución que llevamos años demandando a la Junta de Castilla y León y al Instituto para la Competitividad Empresarial haciéndonos ellos caso omiso. No está en nuestras manos y, por desgracia, no somos optimistas y cada vez lo vemos más complicado pues no vemos que haya voluntad de ejecución por parte de la Junta.

Triste y realmente, más que de progresos tenemos que hablar de retroceso. En los últimos años hemos visto cómo muchas de las alfarerías cerraban, no tanto por falta de mercado, sino por falta de relevo; también unas pocas confiterías han echado el cierre y vemos como, año tras año, ese negocio familiar poco a poco va desapareciendo. La falta de asentamiento de nuevas empresas, la falta de suelo industrial en ese Parque Empresarial de Portillo tan demandado en los últimos años, nos hace ser pesimistas en cuanto al desarrollo local y economía municipal.

A nivel de sectores, podemos decir que el primario, con la agricultura, sigue ocupando un lugar destacado en la producción y economía del municipio, tanto de secano, con el cereal, y de regadío, con el ajo y la remolacha. En cuanto al sector secundario, nos encontramos quizás con la mayor carencia, no hay industria de gran producción, ni fábricas con numerosos empleados, aunque sí construcción y trabajos artesanales tanto en relación a la alfarería como en la confitería. El sector terciario estaría cubierto con la administración y los servicios: banca, seguros, hostelería, tiendas, alimentación…

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