Lotería de Navidad
Iván Rochas, ganador de El Gordo en Valladolid: «No juego nunca»
«No suelo jugar nunca, pero mi pareja me dijo que teníamos que ir corriendo a buscar lotería de El Niño para su padre, así que me animé y ya que estaba allí cogí un décimo. El número es muy feo pero como el ocho ... es mi número favorito me llamó la atención y lo compré», explica Iván Rochas Rivera, de 25 años, quien todavía no ha asimilado «tener tanta suerte». De hecho, comenta que apenas compra un décimo cada año por estas fechas, no le gusta el juego. «Había una cola bárbara en la administración, y pensé hasta darme la vuelta. Si no es por mi pareja no hubiera cogido ni un décimo», reconoce el afortunado joven. «Eso si que es suerte«, repite con entusiasmo. Él es uno de los pocos afortunados de Valladolid a quien les ha tocado El Gordo de Navidad de 2023.
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Cuenta el joven militar que estaba solo en una casa de su familia en La Seca cuando puso la televisión a mitad del sorteo. Así fue como se enteró de que era uno de los agraciados vallisoletanos con el número 88008 que se vendió en la administración del centro comercial Río Shopping en Arroyo de la Encomienda. No podía imaginar que su compra de última hora, a las cinco de la tarde de la víspera del sorteo extraordinario de Navidad, se iba a transformar en un motivo de felicidad valorado en 400.000 euros. «Estaba en el sofá de casa, porque estoy de vacaciones y cuando han dicho el número 88008 y cuatro millones de euros me he vuelto loco, pero no tenía con quien celebrarlo, a no ser el gato. ¡Mis padres están en Granada y mi pareja y mis amigos estaban trabajando!».
El dinero, dice el joven militar, lo va a emplear en terminar de pagar el coche, mirar una casa y, si sobra, algunos caprichos, como un viaje a París
Así que lo primero que hizo, relata, fue llamar a su padre. Recuerda que el día antes, cuando compró el décimo, le envió por Whatsapp una foto con él y la coletilla de que ese «iba a tocar mañana». Su madre le respondió con sorna que ya iba a empezar a comprar cosas. «Y mira, me ha tocado, eso sí que es suerte». Después de contarle a su progenitor que le había tocado de verdad el premio gordo, llamó a su novia. «Se lo dije y como no me creía, porque soy muy bromista, le dije, si no lo crees te cuelgo. Luego me llamó: estaba en shock y yo estaba atacado de los nervios».
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A Ivan Rochas le han tocado 400.000 euros. «Todavía no me hago una idea de la cantidad que es», apostilla. Pero el dinero le va a servir, ennumera, «para terminar de pagar el coche y comprar una casa, que es lo más probable. Y si sobra, para algunos caprichos, a lo mejor, un viaje a París, que no lo conozco y me gustaría». Por el momento, lo primero que va a hacer es celebrarlo con la familia y los amigos. Se está pensando si, ahora que está en racha, vuelve a tentar a la suerte en el sorteo de El Niño. Aunque, indica, «ya te he dicho que no soy de jugar, a lo mejor paso y lo dejamos para gente que lo necesite».
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