Las cámaras de seguridad captan el robo de tres galgas en una finca privada de Valdestillas

Los ladrones, cuatro varones en torno a la treintena, entraron de madrugada -sobre las cinco de la mañana del pasado 12 de noviembre- en su parcela. «Primero se saltaron por la puerta y estuvieron un rato con los animales, no sabemos si les dieron algo para que se tranquilizaran porque volvieron a salir y al poco tiempo forzaron y cortaron una de las verjas laterales de la parcela y entraron para llevárselas», dice Verónica.

Saben perfectamente lo que pasó a cada momento porque el delito ha sido grabado segundo a segundo por las cámaras de videovigilancia que los propietarios tienen instaladas en su finca. En las imágenes se puede ver cómo los individuos acceden a la parcela con linternas, encapuchados y ocultos con viseras y bragas para ocultar su rostro y evitar así ser identificados.

Tratan de coger a los perros, su objetivo son las galgas, pues en la parcela hay además un mastín y dos bodegueros que no son de interés para los asaltantes. «Se los llevan para probarlos y si no les sirven les abandonan o les matan. Es así de triste. Nosotros no competimos ni vamos a torneos con ellas, simplemente las tenemos porque nos gustan los animales y porque mi marido caza con las galgas de vez en cuando porque tiene afición», añade disgustada la mujer, que lamenta lo ocurrido.

Se han llevado a Rubia, su galga de color marrón de 5 años y a sus crías de color negro de año y medio, Pili y Mili. «En cuanto nos dimos cuenta el sábado pusimos la denuncia correspondiente en el cuartel de la Guardia Civil porque el de Mojados que es al que pertenecemos estaba cerrado, pero no nos han dicho nada desde entonces», explica Verónica.

A la espera de que tanto la denuncia como las imágenes (que están ya en manos de la Benemérita para su análisis) den sus frutos a la hora de dar con los autores, a este matrimonio el robo de sus galgos no les pilla de nuevas. «Son todo mafias, de hecho, es la tercera vez que nos roban. Fue hace unos cuatro años, entonces se llevaron una y no la volvimos a ver pero al poco nos cogieron otra y aquella vez si que la encontró una protectora. Le pasaron el lector de chip y nos la devolvieron», narra Verónica.

La propietaria de la finca sabe que hechos como estos seguirán sucediendo. «Sin ir más lejos a la madrugada siguiente, el domingo 13 entraron a robar en una finca también en Valdestillas y se han llevado otras dos galgas de un vecino», finaliza Verónica.