Valladolid

Las inundaciones dejan daños en ocho pueblos y «24 horas» de intenso trabajo de los Bomberos

Las primeras actuaciones, que anticipaban lo que el fin de semana iba a deparar, llegaron el viernes por la noche. Varias dotaciones de diferentes parques se desplazaron hasta las localidades de Fresno el Viejo, Castrejón de Trabancos, Mojados y Megeces para «llevar a cabo labores de vigilancia» ante las repentinas crecidas de sus ríos. Estuvieron pendientes, vigilantes, y aunque el agua «llegó al límite que admiten los puentes», no fue necesaria su intervención. No obstante, esta última localidad ha permanecido todo el fin de semana en alerta por la subida del Cega, y a primera hora de este lunes, a su paso por Megeces permanece en nivel amarillo aunque con tendencia a la estabilidad.

Medina del Campo ha sido uno de los municipios que más ha sufrido las consecuencias del temporal. La fuerte crecida del Zapardiel, que este lunes aún está en nivel amarillo de riesgo, inundó garajes comunitarios en la zona conocida como Aguacaballos y anegó naves y terrenos agrícolas en el entorno de Barrientos. «El agua alcanzó entre doce y quince centímetros de altura en una zona muy amplia; se han puesto barreras de contención con medios ajenos a los Bomberos y la situación está controlada», explica García, también alcalde de Campaspero.

A todo ello, el mismo sábado cabe sumar varias «incidencias» en Valdestillas y Rábano. Aunque en ambos casos «se pudo controlar la situación», en el primer pueblo la carretera VP-9003 (que une su núcleo urbano con Puente Duero) tuvo que ser cerrada al tráfico por el desbordamiento del Adaja, si bien el domingo se reabrió tras llevar a cabo labores de limpieza y acondicionamiento de la calzada.

En Rábano, el Duratón superó su nivel máximo y anegó sus calles. Incluso dos vecinos tuvieron que ser rescatados con la pala de un tractor tras quedar atrapados por la crecida.

Pero, sin duda, el pueblo que se ha llevado «la peor parte» es Viana. El domingo, el Cega se desbordó y el agua entró en viviendas y bodegas, obligando a desalojar a una quincena de familias que fueron reubicadas en instalaciones municipales. Este lunes por la mañana varias dotaciones de los Bomberos de la Diputación y operarios del Ayuntamiento están llevando a cabo «trabajos de achique» y se prevé que a lo largo de la jornada se recupere la normalidad. «El agua llegó a alcanzar los cuatro metros de altura, ha sido sin duda la zona más grave», apunta el diputado provincial.

En cuanto a las carreteras, el responsable del área de Extinción de Incendios asegura que este lunes todas las carreteras de titularidad provincial «están habilitadas» y aunque augura que lo peor de 'Juan' ya ha pasado, hace un llamamiento a la prudencia de los vallisoletanos.