Muerte de Esther López
Fueron interrogatorios amables, casi conversaciones, llevados a cabo siempre por una pareja de agentes de la Unidad Central Operativa (UCO), el grupo de élite de ... la Guardia Civil, con el fin de dibujar un perfil más exacto, sobre todo, de los dos últimos amigos que, en teoría, vieron por última vez con vida a Esther López antes de su desaparición el 13 de enero. «¿Vería usted a ... capaz de hacerle daño a Esther?», preguntaron los investigadores abiertamente a los amigos de los dos investigados con el nombre de uno u otro ocupando el espacio en blanco (...). Los interrogatorios se llevaron a cabo de lunes a domingo en paralelo al registro del coche y del chalé de la familia de Óscar en Traspinedo y alcanzaron también al entorno del tercer investigado, Ramón.
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Fueron, en todos los casos, charlas informales con preguntas que buscaban más opiniones que certezas y que se prolongaron con algunos testigos hasta más allá de las tres horas. A todos ellos, con matices, claro, les preguntaron abiertamente sobre su parecer sobre el carácter de los tres investigados, más de unos o de otros en función de su relación con ellos. El denominador común de los testigos era su relación de amistad con Esther y, en distinto grado, con Óscar o Carlos.
Algunas de las cuestiones fueron más que directas e, incluso, llegaron a pedir a los testigos que puntuaran entre 1 y 2 entre Óscar y Carlos sobre a quién verían capaz de hacerle daño a Esther en cuanto a una mayor probabilidad. Ninguno de los dos, en cualquier caso, ha sido detenido hasta la fecha, aunque ambos, junto a Ramón, figuran como investigados en la causa.
Los testigos respondieron cuestiones sobre cómo era Esther, sobre su opinión sobre la forma de ser de los investigados o sobre cómo vivieron las primeras horas desde que se conoció la desaparición de la vecina de Traspinedo. Los agentes preguntaron también abiertamente a los amigos si creían las versiones ofrecidas por Óscar y Carlos y si habían tenido contacto con ellos con posterioridad al 13 de enero.
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«¿Cree usted sus versiones?, puntúe entre 1 y 2 la probabilidad de que Óscar o Carlos hayan podido hacer algo malo, ¿qué opinión tiene de ellos y de Esther? ¿Qué pensó cuando se publicó la detención de Ramón?...» y un sinfín de preguntas similares formaron parte del cuestionario al que respondieron los testigos ante los agentes de la UCO en unos interrogatorios distendidos que tuvieron lugar en una sala de la Comandancia de la Guardia Civil, en la avenida de Soria, y a los que fueron citados por teléfono uno a uno los amigos de los investigados y de la propia víctima en el mismo día o el día anterior. Los más breves rondaron la hora larga. Otros llegaron a alcanzar las tres horas y media.
La investigación continúa abierta y el próximo lunes ha sido citado a declarar como investigado ante la jueza Óscar, el último amigo que, en teoría, la vio con vida.
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