El bache, en la carretera. Agapito Ojosnegros Lázaro
Peñafiel

Intenta adelantar a un camión pero la rueda queda hundida en un socavón de 22 centímetros

Las lluvias han provocado un bache de esas dimensiones en la VA-223, en Peñafiel, ocasionando un buen susto a la conductora del vehículo

Viernes, 12 de febrero 2021, 20:11

Al final ha quedado solo en un gran susto, afortunadamente, y en un neumático inservible. Una mujer que se dirigía a su trabajo en Cuéllar, desde Peňafiel -como hace todos los días-, se ha llevado un buen susto este viernes a primera hora de la ... mañana cuando preparaba la maniobra de adelantamiento a un camión.

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Circulaba de Peñafiel a Cuéllar por la VA-223, apenas traspasado el municipio de Campaspero, cuando, sin tiempo de reacción, el neumático delantero derecho se ha hundido e impactado en un bache que ha doblado la llanta y ha provocado la posterior pérdida de aire de la rueda.

Pese al fuerte golpe y al neumático dañado la conductora mantuvo firme la dirección del vehículo hasta que fue aminorando la velocidad y pudo estacionar fuera de la calzada, en un camino situado junto a la citada vía.

Tras avisar a la Guardia Civil de Tráfico por el incidente, el atestado de los agentes recoge que el bache tiene una profundidad de 22 centímetros.

El percance no pasaría de anécdota si no fuese porque el tramo de esta carretera que discurre por la provincia de Valladolid, (el tramo de la provincia de Segovia está en perfectas condiciones y ha sido recientemente reacondicionado), no solo ha presentado numerosos problemas en cuanto al estado del firme desde el mismo momento de su último arreglo integral, sino que además, como en esta ocasión, con las inclemencias invernales es frecuente la aparición de importantes socavones como el que a punto ha estado de provocar un accidente.

El parcheado se muestra insuficiente, como se demuestra cada vez que se aplica pues los agujeros vuelven a producirse, además del importante deterioro que sufre toda la calzada, presentando visibles grietas y también un desgaste tal que en algunos tramos se ve incluso las líneas amarillas de las obras realizadas hace un par de décadas cuando fue arreglada por última vez esta carretera, lo que puede llevar a confusión a los conductores.

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