Valladolid

Incertidumbre en Geria tras el tiroteo frente a una vivienda: «Parecía una traca»

El número 14 de la citada calle, este jueves blindada por numerosos efectivos del instituto armado, recibió más de una docena de disparos (se han contabilizado seis en una ventana, seis en la puerta y otro más en un vehículo estacionado en vía pública, cuyo propietario fue quien dio la voz de alarma). Hasta allí se ha desplazado la Policía Judicial de la Guardia Civil para analizar la gran cantidad de casquillos y proyectiles que quedaron desperdigados en una de las vías de salida a un camino agrícola del municipio.

Junto a esa casa atacada se halla un una tienda de ultramarinos del pueblo, a la misma que accedían los vecinos únicamente para sus compras. En corrillos comentaban lo sucedido durante la noche al oír cómo llegaba un coche, se detenía en la puerta de la vivienda e iniciaba una ráfaga de disparos. «El sonido fue similar al de una traca», agregan con incertidumbre por si se tratara de un ajuste de cuentas.

Ellos mismos relatan que esa casa ha estado deshabitada alrededor de veinte años, si bien en los últimos meses se han trasladado hasta ese domicilio nuevos moradores. «Se veían a hombres y siempre con cochazos», añaden, a la espera de que la Guardia Civil les proporcione más información. A pesar de que alguno escuchó esa «traca», como se refieren, el aviso al puesto de Zaratán no llegó hasta primera hora del día, que desplazó inmediatamente a sus efectivos para iniciar unas pesquisas aún infructuosas.

El alcalde, Cristóbal González, se ha mostrado sorprendido ante los sucedido. «La persona o personas que viven ahí pasan desapercibidos, no ha habido nunca ningún problema con ellos», se limita a decir el regidor. Por su parte, el subdelegado del Gobierno en Valladolid, Jacinto Canales, ha confirmado que «no se tiene constancia ningún aviso durante la madrugada». «A esta hora no constan heridos por este suceso; se están investigando los hechos», ha subrayado.

La vivienda atacada, según incide Europa Press, «podría pertenecer» al conocido narco Amancio García Carro, 'El Rubio', quien entró en prisión a finales de 2022 después de que le sorprendieran en un bar de la avenida de Santander fumando, a la par que jugaba la partida. Agentes de paisano de la Policía Municipal detuvieron al que era considerado en ese momento el delincuente más buscado de Castilla y León.