El Hotel Ribera del Duero se hunde en Peñafiel
El emblemático complejo hostelero se encuentra en concurso de acreedores y en solo dos años tras su cierre se ha derruido el tejado
Estupor y pena son los sentimientos que entre los peñafielenses suscita el derrumbe del tejado del gran salón de banquetes y eventos del Hotel Ribera ... del Duero, desplome que sucedió el pasado mes de septiembre. Nadie podía creer que un edificio como este, el del gran salón ubicado en el flanco derecho del hotel, se viniera abajo así, de pronto, solo dos años después de que cerrara al público el complejo hotelero, ubicado en una amplia parcela de algo más de 4.000 metros cuadrados junto a la travesía de la Nacional 122.
El complejo –hotel, salón de eventos, comedor, cafetería, cocina, discoteca, edificio de oficina– se levanta en la antigua fábrica harinera La Concepción, construida en el primer cuarto del siglo pasado y rehabilitada y reconvertida en establecimiento hotelero (de 3 estrellas) en los años 90. Consta de 55 habitaciones y cuenta con capacidad para albergar a un centenar de huéspedes. Se trata de un alojamiento de los que bien merece el apelativo de'con encanto', que sonará a tópico pero en este caso define con precisión este atractivo establecimiento que, si nadie lo remedia, tiene los días contados como alojamiento, y, quién sabe si también, los tendrá como un bello inmueble modelo de la arquitectura fabril del siglo XX.

El sentimiento de estupor en los vecinos de Peñafiel surge porque nadie preveía que, una gran obra de restauración y rehabilitación, como la que se llevó a cabo hace menos de tres décadas, colapsase. Y sentimiento de pena porque en ese gran salón –en su día el gran almacén de la fábrica de harinas y galletas– se han celebrado un buen número de encuentros y celebraciones cuyo recuerdo no se desvanecerá a través de ese tejado a cielo abierto, sino que perdurará condensado entre sus sólidos muros. Bodas, bautizos, comuniones y grandes eventos se han desarrollado allí, en esa enorme sala, única por tamaño y por el trabajo de conservación y recuperación de lo que fue, resaltando toda su belleza en la sencillez y solidez de su arquitectura industrial.
Hace dos años echó el cierre y se encuentra en proceso concursal. El 7 de junio de este año salió a subasta por un valor de 1.978.500 euros y, 20 días después, el 27 del mismo mes, se cerraba la misma sin que se produjesen pujas.

La situación de este hotel ha sido incluso motivo de debate municipal en el pleno del mes de septiembre, en el que el concejal de Ciudadanos presentó una moción para estudiar y plantear posibles medidas para evitar la ruina total de las instalaciones, para que lo sucedido en el gran salón no ocurra en el edificio principal, el que aloja el hotel.
Robos y expolio
La moción del citado concejal exponía lo siguiente: «La tarde del 23 de septiembre el tejado del salón de actos y banquetes se hundió. Un hecho que unido a su abandono desde hace más de dos años, en los que ha sufrido incluso robos/expolios (de los cuales tienen constancia las Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado), han llegado a ocasionar este triste desenlace que puede tener una mayor problemática añadida, dado que el sótano del edificio albergaba una gran cantidad de agua que puede dañar la estructura del mimo».
En el citado pleno se explicó que el hotel ahora pertenece a un fondo, por lo que es difícil conocer la propiedad debido a la ley de protección de datos, según se esgrimió tanto por parte del alcalde como del servicio municipal de intervención.
El edificio se enmarca bajo el epígrafe de patrimonio industrial del Plan Especial del Conjunto Histórico de Peñafiel (PECH), aunque no goza de protección al no estar reconocido como BIC (Bien de Interés Cultural). Por ello, desde las instituciones no se puede intervenir mientras no exista una solicitud de ruina por parte de la propiedad o esta ruina sea tan evidente y peligrosa que sea el propio Consistorio el que lo determine. Ahora mismo no es factible actuar desde el Ayuntamiento, ni siquiera hacer una valoración por parte del arquitecto municipal, como se señaló desde la alcaldía en el citado pleno.
No se han podido determinar las causas de la caída del tejado del salón de banquetes, el cual, como el del edificio del hotel, ha sufrido robos y expolios desde que se clausuró. De momento su futuro está en el aire.
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