Tudela de Duero lamenta la muerte del hostelero Santi 2,39, a los 76 años

Carlos lamenta la pérdida del restaurador y explica que han decidido cerrar tanto el jueves como el viernes en señal de duelo.

En 2014, el Ayuntamiento de Tudela de Duero concedió al Mesón 2,39 el premio Espárrago, que recibieron Santiago Fernández y Angelines Pastor, en reconocimiento por ser los primeros embajadores de los espárragos y otros productos de la huerta de este municipio vallisoletano, así como ejemplo de la mejor gastronomía local.

Carlos Sánchez, que ahora dirige la sala del restaurante, recuerda que tan solo un mes después de jubilarse, en marzo de 2018, Santiago sufrió un infarto en Valladolid y pudo salvarse gracias a las rápida intervención de los agentes locales; un hecho que el restaurador ha agradecido a los policías municipales hasta sus últimos días, comiendo con ellos bien en el mesón o bien en su propia casa.

Para el actual propietario del mesón de Tudela de Duero aquel episodio dañó de forma irreparable la salud de Santi, que había sido trasplantado con un riñón de su madre en 1975, ya que desde el infarto se vio obligado a acudir a diálisis tres veces a la semana.

El Mesón 2,39 es uno de los más visitados del valle del Duero, sobre todo cuando llega la temporada de espárragos blancos, aunque durante todo el año es difícil encontrar mesa. El restaurante se ha convertido en un lugar de peregrinaje para bodegueros como Mariano García, de Mauro, quien considera a Santiago Fernández «algo más que un amigo» y reconoce su tristeza por la desaparición del restaurador. El que es sin duda el mejor cliente del Mesón 2,39 subraya que Santi abrió el restaurante en 1978 junto a un hermano, antes de asumir toda la gestión a partir de 1982.

El prestigioso enólgo, y también gastrónomo de exquisito paladar, rememora cómo en los primeros tiempos él mismo probaba los platos que preparaba Angelines Pastor antes de decidir si los incluían o no en el menú y la carta. Mariano García ha dado a conocer a reconocidos críticos gastronómicos este modesto mesón de Tudela de Duero convertidos en un altar del buen yantar, entre ellos a Carlos Maribona, colaborador de El Norte de Castilla en el suplemento semanal Degusta, y también al mítico periodista gallego Cristino Álvarez, que firmaba sus crónicas como Caius Apicius.

Desde aquellos primeros años, ha sido habitual encontrar tanto el enólogo vallisoletano como después a sus hijos, Eduardo y Alberto García Montaña, en comidas con clientes y amigos en el Mesón 2,39, siempre que su trabajo les mantuviera en Tudela de Duero o en Olivares, donde se sitúa la bodega familiar ribereña Garmón. De hecho, los empleados de las oficinas de Mauro comen todos los días en el Mesón 2,39, salvo en verano, cuando tienen jornada continua.

Desde luego, este mesón castellano siempre es una referencia tanto para degustar exquisitos platos de la cocina tradicional, elaborada con mucho mimo y los mejores productos locales como para probar los grandes vinos de Castilla y León.

Han sido numerosos los amigos y familiares que se han acercado al Tanatorio del Salvador para despedir a Santiago Fernández, cuyo cuerpo será sepultado esta tarde en el cementerio de Tudela de Duero, después de celebrarse el funeral, a las 17:30 horas, en la iglesia parroquial de la Asunción de Nuestro Señor, muy próxima al Mesón 2,39 al que estuvo vinculado durante cuarenta años.