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Herrín de Campos rinde homenaje a la figura del músico tradicionalLos músicos siempre fueron una de las partes fundamentales de las celebraciones festivas de los pueblos. Una figura entrañable que este fin de semana se puso en valor en Herrín de Campos con una conferencia-concierto que organizó la Asociación Cultural Pájara Pinta junto ... con la colaboración del Ayuntamiento de la localidad. Ante numerosos vecinos e invitados que llenaron el centro cultural, la actividad se centró en el proyecto titulado Un día de fiesta, que nació hace ya más de una década de la mano de Rafael Gómez Pastor y Francisco García Olmedo junto a una serie de colaboradores.
Un proyecto de investigación y documentación sobre el músico tradicional en la provincia de Valladolid del que surgió llevarlo a los escenarios en este formato que se celebró en Herrín de Campos con la participación de componentes de las agrupaciones Grixasalbas, de Villafrades; Carravilla, de La Pedraja de Portillo y Albares, de Viana de Cega, así como el dulzainero Rafa Cubillo.
La conferencia concierto puso en valor «un oficio que tuvo mucha importancia en la vida social de nuestros pueblos en el pasado como fue el músico que amenizaba las fiestas locales y las de las numerosas cofradías que existían», en palabras de Rafael Gómez, de la Asociación Cultural Grixasalbas, de Villafrades, durante la conferencia. Una primera parte estuvo referida a la labor de investigación y las fuentes utilizadas para documentar al tamborilero de flauta y tamboril, «una figura que desapareció hace muchos años en nuestra provincia».
El entorno sonoro de la figura del tamborilero donde más estaba consolidado era en el ámbito rural, «casi podemos considerar como monopolio de los más pobres y humildes, y donde honraban a su santo patrón o alguna advocación mariana con este músico de flauta de tres agujeros». Los asistentes también supieron que en el siglo XVII era de obligado cumplimiento el contribuir con tamborilero y danza de cualquier lugar de las cinco leguas de la jurisdicción de la ciudad de Valladolid para la procesión del día del Corpus, la Ascensión, o la Virgen de San Lorenzo. El tañedor de flauta y tamboril, por lo general, solía ser además maestro de danzas ya que se ganaban su sustento mediante contratos que les ajustaban con los mozos de los pueblos para amenizar los bailes dominicales del año y además enseñarles a danzar.
Aunque la pista de este músico se pierde a principios del siglo, son conocidos los tamborileros de esta zona de Tierra de Campos, como Chavoski, quien acompañaba a los cabezotas, unos danzantes que salían durante los carnavales riosecanos de principios de siglo XX y que, con su son, llevaba bailando en un pasacalles frenético por las calles de la Ciudad de los Almirantes; o Macario Rodríguez, que, aunque nacido en Cerecinos (Zamora), toda su vida residió en Aguilar de Campos y estaba aún en activo en los años veinte tocando las danzas de Ceinos y a quien el pintor José María Castilviejo inmortalizó en 1963 en una escena campestre titulada «Alegoría del trabajo» tocando un baile de cintas junto al rollo de Aguilar de Campos.
La música y el mejor ambiente festivo fueron protagonistas de la segunda parte de la conferencia-concierto con la amena interpretación de un programa seleccionado donde se tocaron y bailaron piezas del repertorio de los dulzaineros vallisoletanos más emblemáticos. Se trató de dar buena información de algunos de los dulzaineros que recorrieron Tierra de Campos con su dulzaina, como los de la Rosa, de Herrín; los Sánchez, de Palacios; los Bernales, de Adalia; Juan Cuevas, de Villada; los Quintanas, de Gatón o los Curros, de Melgar de Arriba, entre otros.
Durante el acto se ejecutaron toques de flauta y tamboril, salterio, chirimía y dulzaina. Para finalizar tuvo lugar el emotivo homenaje que quisieron rendir los componentes de Un día de fiesta a la figura de Fidel Acero, un maestro de danzas de Herrín de Campos fallecido recientemente. Un vino español fue el momento para traer al presente numerosos recuerdos de los músicos tradicionales.
Junto a un grupo de personas y colaboradores, como Francisco García, Jaime Vidal, Rafael Cubillo, Daniel Suárez, Marta Gómez y David Núñez, detrás de esta iniciativa se encontraba Rafael Gómez, un apasionado de la divulgación etnográfica que lleva a cabo por medio de su blog Grixas Albas, en el que publica sus estudios e investigaciones de todo aquello relativo a la cultura tradicional y el patrimonio de su pueblo natal, Villafrades de Campos, pero también de otros de la comarca y de la provincia. Sus principales aficiones se centran en el campo del arte y la historia, y más concretamente en las danzas, la música y la arqueología, entre otras materias. Es autor de los libros `Villafrades de Campos: Algo más que Ecclessias Albas´ y `La Danza de Palos de Villafrades´, así como numerosos artículos.
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