La Hermandad de la Crucifixión de Rioseco dona a la residencia de ancianos un sistema para videollamadas

El presidente y el secretario de la hermandad y uno de sus muñidores, Javier Ubal, Juan Carlos Esteban y Ricardo Mateo, respectivamente, entregaron el equipo al director del centro, Santiago Rico, en presencia de la concejala delegada de personas mayores del Ayuntamiento, Montserrat Valdés.

Ubal indicó que «debido a las restricciones de acceso a los familiares para visitar a los residentes, nos pareció buena idea dotar a la residencia de un equipo para efectuar videollamadas». Además explicó que el equipo se había comprado gracias a la porra solidaria que ha llevado a cabo la cofradía, por lo que agradeció a todos los participantes en la iniciativa. El premio de la porra ha consistido «en tres collages compuestos por los seis carteles de Semana Santa promocionales en los que nuestro paso ha sido protagonista, en combinación con las terminaciones de los tres primeros premios de la lotería de Navidad».

Esta acción solidaria de la cofradía riosecana viene precedida de la que la ya hizo el pasado año con la organización de la primera cena solidaria, que consistió en un menú muy semanasantero de alubias y bacalao con tomate o lechazo asado, con la donación de más de 700 euros a la Asociación Española contra el Cáncer, como parte del coste del cubierto. El presiente señaló que «esta acción solidaria no era puntual y nació con la idea  de repetirla en años sucesivos con el objetivo de ayudar o apoyar a diferentes colectivos». En este sentido hizo ver que «el espíritu es ser fieles cumplidores del objetivo social que tenemos las hermandades».

Este año, debido a la situación sanitaria consecuencia de la covid, «era imposible celebrar un acto similar, pero con el objetivo de dar continuidad a la iniciativa del pasado año barajamos varias alternativas y al final nos decantamos por hacer una porra solidaria». Además, en esta ocasión, como colectivo o entidad beneficiaria, la cofradía eligió la residencia de ancianos Sancti Spiritus y Santa Ana de la localidad, «como reconocimiento a la entidad, pero sobre todo a su personal laboral por el cuidado de nuestros mayores».