La hermana de la mujer corneada en Mojados: «El toro se ensañó con ella, está muy grave»

El pasado lunes era, a priori, un día más de toros en familia. Nines –como se la conoce de un modo cariñoso–, su hijo, su hermana y su cuñado decidieron ir desde Tudela hasta Mojados para disfrutar del encierro campero que el Ayuntamiento había organizado como guinda a sus fiestas patronales. «Somos muy de toros, nos gusta ir a ver los encierros que hay por aquí cerca», sostiene.

Se colocaron detrás del vallado de seguridad, como otros tantos aficionados. Todo fue bien, transcurrió con normalidad hasta que uno de los astados se apartó de la manada, que enfilaba hacia los toriles portátiles situados fuera del casco urbano, en la zona donde se sitúa el tradicional embudo. En ese momento, su cuñado instó a la familia a regresar al coche. Tenía el presentimiento de que algo no iría bien. «En cuanto vimos que el animal se desviaba y se acercaba un poco al vallado dijimos 'venga, vamos al coche'. Pero ella y mi sobrino se quedaron. No sabemos qué pudo pasar, si no les dio tiempo a echar a correr o qué ocurrió», argumenta el matrimonio.

El novillo derribó una parte del vallado y «se ensañó» con Nines. La corneó en repetidas ocasiones junto a uno de los turismos que estaban allí aparcados. «Mira que llamaban los caballistas y mi sobrino al toro para llamar su atención y que la dejara, pero no había forma de que la soltara», cuenta la pareja, visiblemente afectada.

Al principio creyó la familia que fueron tres las cornadas que recibió. Pero en el hospital, justo antes de someterla a una delicada operación, les llegaron malas noticias: habían sido cinco. «La ha reventado», sentencia su hermana. «Le ha tocado el hígado, el estómago... Está muy débil. Es un palo muy gordo, una mujer tan joven y con esa vitalidad», añade otra hermana.

Ahora –dicen– solo les queda esperar y «rezar» para que todo salga bien. Nines, que regenta la churrería ambulante 'El Amanecer' desde hace «muchísimos años», es una persona «muy conocida y querida» tanto en Tudela como en todos los municipios de alrededor. Prueba de ello –señala la familia– es que desde el fatal suceso no han dejado de recibir muestras de cariño, tanto de sus vecinos como de otros pueblos de la provincia.