El Gobierno destina 100.000 euros para empezar a aliviar los atascos de la rotonda de La Cistérniga

El subdelegado del Gobierno, Emilio Álvarez Villazán, explica que esa cantidad servirá para dar los primeros pasos de cara a una futura inversión. «El proyecto constructivo no está disponible. De momento, existe un estudio previo que aún no es definitivo y que puede modificarse», asegura. Esa partida de 100.000 euros consignada en las cuentas del Estado permitirá, indican desde la Subdelegación, que se pueda añadir dotación presupuestaria a lo largo del año si el proyecto se concreta.

Aunque no se han desvelado de forma oficial las soluciones en las que se trabaja, sí que hay varias ideas que ya se estudian en los despachos del Ministerio. Entre otras, se baraja la posibilidad de crear un carril segregado que facilite el desvío de los vehículos que se dirigen (desde Soria) en dirección hacia Renedo y Cabezón, sin necesidad de que ese volumen de tráfico desemboque en la glorieta. Y, de forma paralela, un carril que, en la incorporación desde la VA-30, permita desviarse hacia Valladolid y que la rotonda solo asuma los vehículos que desde la ronda se dirigen hacia la carretera de Soria o La Cistérniga.

«Son dos de las propuestas que hemos planteado para resolver ese punto», reconoce Antonio Rodríguez, presidente de la asociación de empresarios del polígono de San Cristóbal, entidad que desde hace tres años ha intensificado las reivindicaciones para «que se ofrezcan soluciones» a una conexión vital no solo para la principal zona industrial de la comunidad, sino para otros polígonos cercanos, como el de La Mora. «Hemos llegado a proponer hasta semáforos, porque entendemos que es mejor esperar dos minutos que los quince o veinte que se llegan a producir en determinados momentos, pero es una solución que no parece que se vaya a aceptar». Por eso, el colectivo de industriales reclama desdoblar carriles en esa conexión de la ronda con la Autovía del Duero, pero también en otros puntos conflictivos, como la incorporación desde la VA-30 a la carretera de Segovia o desde la de Madrid a la ronda exterior.

Los últimos datos de tráfico (publicados en 2018 por la DGT) cifran en 21.182 los vehículos que a diario transitan por esa altura de la Autovía del Duero (el 11% son camiones). Es superior el tráfico por la ronda exterior. La VA-30 soporta el paso de 44.633 vehículos (el 7,15% pesados) en el tramo entre las carreteras de Madrid y Segovia, 21.350 entre las de Segovia y Soria y 15.988 desde la carretera de Soria hacia Renedo y Cabezón.

La asociación vecinal Cistérniga Sí envió el 13 de diciembre un escrito a la Demarcación de Carreteras del Estado en Castilla y León Occidental en el que solicitaba «encarecidamente» la mejora de ese enlace de la VA-30 con la N-122 por tratarse de «un punto negro debido al constante número de accidentes que se producen, más los innumerables atascos que se generan de forma continua». «No hemos recibido respuesta alguna», asegura Nuria Blanco, presidenta del colectivo, quien califica el punto de «un embudo». «Se ejecutó mal desde un inicio y las administraciones, como la Junta, la Diputación y los ayuntamientos de Valladolid, La Cistérniga e incluso Tudela no están luchando lo suficiente para que el Ministerio solucione este problema».

El concejal de Planeamiento Urbanístico en la capital, Manuel Saravia, planteó al Gobierno la necesidad de ejecutar obras en la zona, durante una reunión con el secretario de Infraestructuras del Ministerio de Transportes, en octubre del año pasado. Un informe de la Automovilistas Europeos Asociados (AEA) ha alertado de la alta siniestralidad en el tramo.