Gatón de Campos y Medina de Rioseco sacan en procesión a la Virgen de las Nieves

El vecino de Villafrades Rafael Gómez, un apasionado de la divulgación etnográfica, recordó que en Gatón de Campos la primera noticia sobre los danzantes data de finales del siglo XVI en los libros de fábrica de la Iglesia de San Pedro al referirse a danzas, autos, pagos de tamborino, alquiler de libreas, aparejos y zapatillas para los danzantes.

Estas danzas se mantuvieron muy arraigadas durante varios siglos debido a que esta población contó en el pasado con buenos tamborileros y maestros de danzas, así como unos afamados dulzaineros, hasta que la despoblación provocó que este patrimonio inmaterial fuera relegado al olvido. Afortunadamente en Gatón las danzas fueron recuperadas a finales de los noventa por el Grupo de Cultura Tradicional Tierras Propias cuando llegó a la alcaldía María Teresa Martínez y se mantienen hoy gracias a la labor de Marta Gómez París, hija de Rafael Gómez. Al mediodía hubo un vino español y, ya por la tarde, los más pequeños fueron los protagonistas de los hinchables y karts, y los mayores, del campeonato de tarusa. La noche fue para el baile popular y concurso de la escoba.

Los vecinos una vez más dieron gracias a su patrona porque «en el cálido estío, fue tu mano frescor de rocío, que apagó de la torre la lumbre», en los versos del emotivo himno a la patrona que recuerdan el milagro ocurrido el 3 de agosto de 1486 cuando se declaró un gran incendio en la torre de la iglesia. Entonces, los vecinos, al buscar cuál era el santo del día siguiente para encomendarse a su protección, supieron que era el de las Nieves, que entonces se celebraba el 4 de agosto. Cuando el pueblo entero y clérigos se postraron ante el altar de la Virgen y entonaron la salve, una nevada en pleno mes de agosto apagó las llamas de la torre. Desde entonces la Virgen de las Nieves es vuestra en agradecimiento a aquel milagro, que se repetiría años después.

Hoy martes tendrá lugar por la mañana la misa de difuntos dando paso al mediodía a una gran paella popular y, por la tarde, al baile y el concurso de disfraces, una sesión de magia y juegos de mano y una chocolatada. Las fiestas llegarán a su fin el miércoles con la guerra de agua y el vermú torero con la charanga El Desconcierto al mediodía. Por la tarde habrá juegos infantiles y el torneo de fútbol, poniendo el broche final el baile, en el que no faltará una chorizada. El alcalde, Rafael Pérez, expresó su deseo de que «compartamos unas fiestas unidos, colaborando y ayudándonos los unos a los otros como una gran familia que somos». Además quiso tener un recuerdo para «todos nuestros seres queridos que lamentablemente nos han dejado y dejan un vacío muy grande imposible de ocupar, pero en el cual siempre estarán presentes».

En Medina de Rioseco, después de celebrarse San Antonio, San Juan, la Virgen del Carmen y Santiago, ayer le tocó el turno a la Virgen de la Nieves, a la espera de que llegue no tardando Santa Clara, San Roque y la Virgen y el Cristo de Castilviejo. Decenas de riosecanos participaron en los diferentes actos que se celebraron con motivo de la tradicional fiesta del 5 de agosto. A media tarde, en la calle la Cuesta, junto a la puerta de Zamora, donde se encuentra la capilla de esta popular Virgen, tuvo lugar la misa, oficiada por el párroco, Alberto Rodríguez. Minutos después se inició la procesión, en la que los vecinos del barrio portaron a hombros la imagen de la Virgen, engalanada para la ocasión. Durante todo el recorrido, el grupo de danzas municipal bailó en honor a la Virgen.

Tras recorrer distintas calles cercanas, la procesión llegó de nuevo a la puerta de Zamora, donde se cantó con gran devoción la Salve, antes de la Virgen fuera subida con gran pericia hasta la capilla que hay sobre la puerta de Zamora, una de las cuatro que tenía la muralla y que acoge este culto a la Virgen de las Nieves desde que la puerta dejo de tener uso defensivo para solo tener el administrativo con el pago del portazgo, como ocurre en la puerta de San Sebastián con el Cristo de las Puertas. Cerca de esta puerta, la Cofradía de la Vera Cruz tenía un pozo de nieve, que el historiador Jesús Anta pone en relación con la devoción de la capilla a la Virgen del mismo nombre, cuyo retablo barroco data de 1740. La puerta se trata de una construcción del siglo XVI, de planta cuadrada. Sobre cuatro arcos de medio punto se levanta un cuerpo de ladrillo, conservándose a ambos lados lienzo de la antigua muralla.

Durante los dos días de las fiestas, todo el que lo ha deseado ha tenido la oportunidad de subir a la capilla de la Virgen de la Nieves, que se encuentra en lo alto de la puerta de Zamora, una de las ocho que tenía la muralla de la ciudad. Grandes y mayores aprovechan en su visita a la capilla para tocar la campana que hay en la espadaña que corona. Fue el momento de recordar que un día 5 de enero de la década de los 70, minutos después de que hubieran estado jugando un grupo de niños bajo el arco, se hundió la edificación con gran daño y quedando en mal estado. El Ayuntamiento emprendió su restauración, que llevaría a cabo de forma rápida y ejemplar gracias a la subvención de la Dirección General de Patrimonio Artístico y Cultural. El barrio no se quedó parado. Unos guardaron con cariño en su casa a la Virgen, otros recogieron las cosas pequeñas que salieron despedidas en el hundimiento, los más ayudaron en la medida de sus posibilidades.

Después de la procesión, la Asociación Cultural Barrio de las Nieves, organizadora de todos los actos, invitó a todos los asistentes a limonada y a sabrosos pinchos de parrillada, sin que faltara la típica repostería riosecana. Por la noche, en la calle, la discomovida Sonido puso el mejor ambiente festivo.