No fumar y beber mucha agua, claves para una voz sana
Aulas de la Salud ·
Las Aulas de la Salud de El Norte de Castilla acercan al público los consejos y tratamientos ante posibles trastornos de la mano de una otorrinolaringóloga y dos logopedasCuando Rosa de España tuvo que cancelar su gira de conciertos por haber perdido la voz el país entró en una suerte de debate surgido sobre la responsabilidad de esta pérdida. No ha sido la única cantante con problemas en sus cuerdas vocales: Adele, Rihanna o la española Mónica Naranjo solo son algunos de los ejemplos más actuales.
Una afección que no afecta únicamente a cantantes, sino a cualquier persona, profesional o no de la voz. Para evitarlo, para cuidar la voz y saber a quién acudir cuando se noten los primeros síntomas de que algo no va bien, las Aulas de la Salud de El Norte de Castilla, que patrocinan Recoletas Red Hospitalaria y Gullón, han abordado 'Los trastornos de la voz y su tratamiento'. La doctora Marta Alonso Mesonero, especialista en Otorrinolaringología en el Hospital Recoletas Felipe II, y Manuela Mejías Valencia y Elena Conde Rodríguez, estas últimas especialistas en Logopedia en el mismo centro hospitalario, hicieron un repaso de los síntomas de alarma y los posibles tratamientos de las distintas afecciones.
La voz es ese sonido producido por la vibración de las cuerdas vocales, una definición aséptica y que se queda corta porque, como ha expresado la doctora Marta Alonso, la voz forma parte de la identidad del individuo. Pero, ¿cómo se diagnostican los trastornos de la voz? La mejor manera de hacerlo es a través de una consulta entre otorrinolaringólogo y logopeda; en ella se lleva a cabo una exploración laríngea, un análisis psicoacústico y un análisis acústico.
Todo comienza con la realización de la historia clínica, un punto fundamental en el que hay que escuchar al paciente. «Hay que saber cuál es el motivo de su consulta (ronquera, pérdida de volumen, molestias…), indagar en los antecedentes (asma, reflujo gástrico) y su actividad laboral (cuánto necesita hablar o en qué ambiente)», apuntaba Alonso.
La especialista ha indicado que «la disfonía es la alteración de alguna de las cualidades de la voz» y que esta puede ser «transitoria o permanente». Por su parte la afonía, esa que estamos tan acostumbrados a nombrar, es la pérdida completa de la voz, por lo que en la mayoría de las ocasiones utilizamos mal el término.
«Las disfonías pueden ser de tres tipos. Funcionales, en las que no hay lesiones que las justifiquen; pueden ser debido a un mal uso o abuso vocal, o de tipo psicógenas, igual que existe el estrés o la depresión también podemos encontrarlo en la voz. Las orgánico-funcionales, causadas por pólipos, nódulos, granulomas, edemas y edemas de Reinke, provocado no solo por hablar demasiado fuerte sino también por problemas digestivos o por ser un paciente fumador. Y las disfonías orgánicas, aquellas que presentan lesiones claras en la cuerda vocal. Congénitas o adquiridas», ha explicado Alonso.
Los grupos de riesgo para sufrirlo son todos aquellos que tengan una demanda de voz alta, que usen muy mal la voz en el trabajo o en su vida: personas que hablan deprisa o gritan, fumadores, profesionales de la voz (cantantes, locutores, teleoperadores, docentes) y los que lo hacen en un ambiente laboral ruidoso. Y los signos de alarma son sencillos de detectar: disfonías de más de dos semanas de evolución, alteraciones en la deglución (paciente que empieza a notar que se atraganta con los líquidos), dolor al tragar y aparición de masas en el cuello. Cuando alguno de estos síntomas aparezca hay que consultar al médico, que puede optar por tres tratamientos: el médico, la rehabilitación vocal (logopedia) y el quirúrgico.
Rehabilitación
De esta rehabilitación se encargan las logopedas. Como Manuela Mejías, que ha constatado la importancia de realizar un buen historial «que permite hacer un tratamiento a medida». «El tratamiento logopédico está indicado como tratamiento único en las disfonías funcionales, en parálisis de la cuerda vocal y enfermedades neurológicas. También está indicado en disfonías post quirúrgicas para evitar que haya una recaída, aunque también se hace de manera previa. Otra de las indicaciones es mejorar la técnica vocal en las voces profesionales, no solo de cantantes o actores, sino la de todas las personas que utilizan su voz como herramienta laboral: docentes, teleoperadores… como prevención de posibles lesiones», resumía.
Su compañera, Elena Conde, ha detallado cómo abordar el tratamiento, que comienza trabajando los malos hábitos que tiene el paciente: gritar, fumar, no beber, hablar cuando se tiene la voz en mal estado o la respiración oral son algunos de ellos. «Hay que beber mucha agua, la garganta debe estar hidratada, y conseguir una respiración costodiafragmática. Hay que corregir la postura, si están agachados es difícil respirar bien», explicaba. «No gritar, no fumar, no hablar por encima de las otras personas, acercarte a las personas en ambientes muy ruidosos en vez de forzar la voz y beber mucha agua es parte de la higiene vocal necesaria», ha finalizado.
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