Valladolid

Fuga con olor a sabotaje de las cinco vacas y los dos bueyes del encierro de Matapozuelos

«No habían transcurrido ni tres minutos del encierro, ha sido bajar por la primera calle y ya no han seguido el recorrido», comentaban los vecinos, que aseguraban que la suelta ha sido posible gracias a una acción premeditada en la trasera de un corral abierta para facilitar la salida del ganado. «Se ve claramente que lo tenían calculado y que incluso tenían previsto por dónde escapar una vez cometida la faena». Una de las vacas huidas, la de mayor tamaño, embistió en campo abierto sin provocarle heridas por asta pero dejándole una buena paliza a uno de los jóvenes que participaba en la caza de las reses. Otro de los participantes ha acabado en el suelo por un golpe de uno de los animales.

Los animales bravos salieron a campo abierto y se dispersaron, para susto de los vecinos y visitantes que habían optado por celebrar la tarde festiva merendando junto al río. El responsable de la ganadería contratada para el festejo, Toros Taru, acompañado por empleados de la empresa, enseguida comenzó la tarea de localización e inmovilización de las reses huidas. Así, pasadas las diez y media de la noche, ya habían sido neutralizadas tres de las cinco vacas y acorralados los dos bueyes. Dos de los animales aún estaban al anochecer sin localizar.

Además de los operarios de la ganadería, muchos de los frustrados participantes en el encierro han salido en vehículos todoterreno para colaborar en las tareas de localización y captura de los animales. Toros Taru no descartaba a última hora de la tarde poner una denuncia para esclarecer si, como muchos de los presentes aseguran, todo ha respondido a una acción premeditada. Agentes de la Guardia Civil han participado en las tareas de organización de la batida y al alcalde de la localidad y presidente de la Diputación, Conrado Íscar, le costaba creer que todo fuese resultado de una acción de sabotaje.