Fuente-Olmedo, el pueblo socialista que se decantó por Alvise

«A nosotros también nos ha pillado por sorpresa, no sabía ni quién era», reconoce la alcaldesa de Fuente-Olmedo, la socialista María Belén Sobrino, en referencia al inesperado apoyo que recibió Se Acabó la Fiesta (SALF), la formación impulsada por el analista y consultor político Alvise Pérez, en su municipio durante las pasadas elecciones europeas.

No se lo esperaban, ni ella ni nadie, por varios motivos. El primero, porque en esta pequeña localidad enclavada junto a la Nacional 601, muy cerca de la provincia de Segovia y a escasos 9 kilómetros de Olmedo, desconocían la existencia de esta agrupación de electores hasta ese mismo 9-J. O al menos eso era lo más comentado entre sus 36 empadronados al cierre de urnas.

La segunda razón de esa extrañeza por los resultados -«no sé que ha pasado», admite la regidora- es porque Fuente-Olmedo es un bastión socialista. Allí, aunque tiene María Belén Sobrino que en el medio rural «se vota a la persona», no al partido, el PSOE gobierna desde hace prácticamente dos décadas. «Antes estaba el PP, después se puso mi marido, también por el PSOE, y luego me dio el testigo a mí, que llevo nueve años», explica. El grueso de sus censados, doce, tienen entre 55 y 70 años, mientras que solo engrosan su padrón cinco menores de 30 años y otros cinco mayores de 80.

Sea como fuere, las urnas hablaron y casi uno de cada cuatro votantes de Fuente-Olmedo se decantó con Se Acabó la Fiesta. En concreto, cinco de los 23 votos que se emitieron fueron para el tuitero andaluz (el 21,7%), cuya formación fue la segunda más respaldada en la localidad. Solo le superó en número de apoyos el Partido Popular (9, el 39,1%). El PSOE obtuvo cuatro votos, Vox tres y Ciudadanos dos.

Se Acabó la Fiesta irrumpió por sorpresa no solo a nivel nacional, sino en el medio rural vallisoletano. Alvise Pérez convenció a 11.072 vallisoletanos (5.199 votos procedían de los pueblos) y fue la cuarta fuerza más apoyada en la provincia.

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