Marcos Sánchez, propietario de La Era de las Aves de Fresno el Viejo, con el mapache Cosme. P. González

El zoo de Fresno el Viejo teme por su supervivencia tras el cierre por la covid-19

El propietario ha recibido donaciones de pienso, frutas y verduras de algunos vecinos para poder seguir dando de comer a los animales

Patricia González

Fresno el Viejo

Sábado, 18 de abril 2020, 08:33

Su amor por los animales le empujó a poner en marcha hace varios años un zoológico a pequeña escala en Fresno el Viejo por el que miles de niños, familias y grupos de amigos han pasado para conocer multitud de razas exóticas de gallinas, puercoespines africanos y hasta un pequeño canguro, que aterrizó en la localidad hace casi una década procedente de las antípodas australianas. Con mucho esfuerzo y tesón, el propietario de este espacio animal denominado parque La Era de las Aves, Marcos Sánchez, logró sacar hacía adelante un proyecto pionero y peculiar en la provincia de Valladolid (es el único parque zoológico existente en la actualidad) que ahora se tambalea tras permanecer cerrado un mes.

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«Estoy muy preocupado por el futuro, ya que no sé en qué terminará este problema de estar cerrados durante tanto tiempo y qué medidas podremos tomar para no cerrar de manera definitiva el zoológico», reflexiona cabizbajo Sánchez, que día y noche busca iniciativas y posibles soluciones para no tener que clausurarlo definitivamente. Entre las ideas que ha lanzado a través de sus perfiles oficiales en las redes sociales destaca la venta anticipada de entradas, para «poder conseguir algo de ingresos, ya que en estos momentos el beneficio es cero euros y los gastos son los mismos». La idea es proporcionar entradas a grupos, familias y a todos aquellos que deseen vivir la experiencia de conocer a las más de 250 especies diferentes de animales que posee «cuando ellos quieran, ya que no tendrían fecha de caducidad».

Asimismo, si finalmente tuviera que cerrar –«es una posibilidad que no quiero ni pensar en estos momentos, ya que no sabría que sería de mis animales; yo pienso que vendrá un ángel y que nos salvará o cualquier cosa así tipo milagro», expresa el propietario– el dinero de las entradas anticipadas se devolvería.

Durante el mes largo de confinamiento forzoso este banquero reconvertido en dueño de un zoológico acude todos los días a ver el estado de sus animales. «Se encuentran en buen estado y por el momento no les falta alimento, ya que hace varios meses pude comprar a buen precio pienso», explica Marcos Sánchez, que añade que «a pesar de tener por el momento alimentos, es cierto que amigos y conocidos han donado pienso, verduras y frutas, algo que es de agradecer ya que un zoológico tiene muchos gastos».

Alimento caro y difícil de conseguir

No todos los animales consumen el mismo tipo de pienso. El de los loros, por ejemplo, «es un alimento muy caro y difícil de conseguir». Junto a esto, los animales también necesitan una alta carga calórica y vitamínica que proporcionan otros productos como son la fruta y la verdura. Asimismo, a todos estos gastos el zoo tiene que sumar el seguimiento veterinario de cada uno de los animales y de sus medicamentos.

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Y es que además de un espacio de recreo, La Era de las Aves colabora con la Junta de Castilla y León en la recuperación de determinados animales que no tienen cabida en otros centros. «Nosotros nos hacemos cargo de todos los animales salvajes que se denominan irrecuperables, como son las aves rapaces», indica este vallisoletano, que apunta que en esta labor «no tengo ningún tipo de ayuda de las instituciones, por lo que espero poder conseguir algún tipo de financiación ahora que se están poniendo las cosas complicadas. Aparte de solicitar un crédito del Instituto de Crédito Oficial (ICO) de la línea de subvenciones que ha puesto en marcha por el Gobierno por los efectos del coronavirus, espero que otras administraciones me ayuden a salvar el zoo», reclama.

El ciervo Picias, que fue encontrado en una cuneta y ahora vive en el zoo. P. G.

Por el momento el Ayuntamiento de Fresno el Viejo ya conoce la situación del parque y manifiesta su disposición a de que «en verano podamos hacer algún tipo de iniciativa de manera conjunta, como incluir con la entrada de las piscinas una visita al zoo». El problema es que se trata de una propuesta que también está en el aire, puesto que por el momento se desconoce si las piscinas municipales podrán abrir sus puertas en junio y cuáles serán las condiciones de aforo.

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Una vez perdidos el 80% de sus ingresos –«nosotros cuando más facturamos es en Semana Santa y también en esta época, en la que recibimos muchas visitas de los centros escolares»– el zoo de Fresno espera poder remontar de la mejor de las maneras posibles, para no cerrar sus puertas.

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