José Linares Salvador, el vecino expulsado del pleno que ha interpuesto una denuncia ante la Guardia Civil. R. jiménez
Valladolid Provincia

Fractura vecinal en Torrecilla de la Torre

Veintiún meses después de las elecciones, el municipio, de poco más de 30 vecinos, se encuentra inmerso en un cruce de denuncias y acusaciones entre vecinos y ediles

Patricia González

Torrecilla de la Torre

Martes, 2 de marzo 2021, 07:18

Desde que en mayo de 2019 un sorteo decidiera la identidad política del tercer concejal electo del pequeño Ayuntamiento de Torrecilla de la Torre, la tensión entre los ediles –dos del PP y una del PSOE– y los vecinos ha ido creciendo. Acusaciones ... de «robo» y «cambiazo» de votos y un censo «irregular»; denuncias colectivas ante el Servicio Territorial de Sanidad de Valladolid «por atentar contra la salud pública del pueblo, al no informar, mediante un bando, de que el agua de la localidad no era apta para el consumo»; supuestas «apropiaciones» de mascarillas que la Diputación reparte de manera gratuita en los municipios o contrataciones «ilegales» de familiares para que desempeñen funciones de limpieza en el Consistorio, son solo una pequeña parte de las disputas que los 32 vecinos censados de esta localidad han vivido en los últimos 21 meses.

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El último capítulo de esta convivencia «límite» se produjo el pasado 10 de febrero, cuando el alcalde, José Carlos Real Negro (PP), antes del inicio de la sesión plenaria, invitó a abandonar la sala a un vecino de la localidad, José Linares Salvador, quien grabó el pleno a través de una ventana, llamó a la Guardia Civil de Mota del Marqués e interpuso una denuncia al entender que la situación era «una más a sumar a la larga lista de actuaciones vejatorias, de presión y anómalas del señor alcalde».

Ahora, por si fuera poco, uno de los residentes habituales (suelen vivir en la localidad de manera permanente poco más de ocho personas), ha decidido crear en Internet un blog, bajo la etiqueta de 'El diario de Torrecilla de la Torre', en el que relata de manera imparcial 'los sucesos' de esta localidad dividida por el bastón de mandos.

Las eólicas

La ruptura del equilibrio tenso que esta pequeña comunidad vivía antes del cambio de alcalde tiene su origen, según algunos vecinos, en las cuentas municipales. Las licencias urbanísticas por la creación de un parque eólico han posibilitado que el Ayuntamiento pasara de tener un presupuesto de poco más de 60.000 euros a manejar una cifra superior a los 194.000. Esta holgura financiera, denominada por una de las vecinas y representante en la localidad de Toma la Palabra, Salomé Martín, como «el gran pastel a repartir», subyace en todas y cada una de las polémicas de Torrecilla de la Torre. «Todos quieren gestionar el dinero sin mirar por el bien común. Ni los de antes, que ahora se rasgan las vestiduras, cuando hicieron lo que quisieron; ni los de ahora, que lo hacen sin transparencia», sentencia Salomé Martín. La última disputa ha sido la subida de la retribución que el alcalde recibe por su dedicación de carácter parcial (dos horas) al Consistorio. Nuevo sueldo, aprobado con el voto favorable de la edil del PSOE, que es a su vez su mujer, Raquel Sanz Rodríguez.

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Eduardo Martín Salgado, exalcalde del municipo. R. J.

Según el acta de la sesión, la retribución ascenderá a 791,80 euros brutos al trimestre, pero el segundo concejal del PP en la localidad y alcalde durante 27 años, Eduardo Martín Salgado, ha decidido recurrir el acuerdo que califica de «despropósito». Y explica los motivos: «Este señor (haciendo referencia al regidor) quiera subirse el sueldo, pero depende del día, sube de tres a cuatro veces al depósito del agua, unos quehaceres que le llevan una hora y media de trabajo, por lo que le sobran 30 minutos para la dedicación que tiene». A su juicio, se trata de «una subida irregular, ya que tanto el alcalde como su mujer deberían haberse abstenido. El primero, según dicta la Ley del Régimen Jurídico del Sector Público, por tener un interés personal; y la segunda por un vínculo matrimonial».

Por su parte el alcalde, José Carlos Real Negro, afirma que el cambio en la retribución viene motivado porque desempeña más labores y tiene claro «la inquina» de su compañero en la Corporación, que «se quiere meter en todo desde el primer día que salí elegido. La mayoría de los vecinos son mis votantes y este señor (Eduardo Martín Salgado) no tiene asumido que ya no es el alcalde. El ambiente en el pueblo está dividido por su culpa».

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Los satélites

Los tiras y aflojas de los dos concejales populares que, hasta el cambio de sillones en 2019, compartieron «amistad» y gestión municipal durante años, han propiciado el caldo de cultivo perfecto para que los vecinos estén dividido en dos bandos. Uno, a favor de Real Negro; y otro, con Martín Salgado a la cabeza. En medio, se encuentra el resto de vecinos, que ven con preocupación los derroteros que la situación política está provocando en la localidad. El último de los residentes en denunciar al alcalde, José Linares Salvador, tiene claro que «como cualquier vecino en esta localidad tengo derecho a acudir al pleno para conocer de primera mano los acuerdos y para saber cómo se gestiona el dinero público».

El ambiente vecinal es «tan tenso que estamos divididos y es un problema que viene de lejos pero que está enquistado», reconoce otra de las residentes, Rosario Nieto Pastor: «Lo único que queremos es conocer cómo se gestiona el presupuesto municipal y en qué se gasta el alcalde el dinero. En el pleno de diciembre aprobaron pagar a su hijo 481 euros por la limpieza del Ayuntamiento y el consultorio médico, realizada durante el 15 de junio y el 31 de diciembre, limpieza que realiza una señora. Este acuerdo está recurrido y se consiguió que el recurso interpuesto saliera hacia delante».

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