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José Antonio Suárez, exalcalde de Foncastín, muestra cómo funcionaba el potro del municipio. R. J.
Foncastín, crónica del «espanto»

Foncastín, crónica del «espanto»

Esta pedanía de Rueda nació con la llegada de los vecinos de Oliegos, en León, inundado por un pantano

Eva Esteban

Foncastín

Sábado, 7 de diciembre 2019, 20:40

Esta es la crónica de un «espanto» anunciado, como así lo califican los nombres que comparecen bajo estas líneas. Noviembre de 1945. La construcción del ... pantano de Villameca, en León, forzó el 'exilio' de los habitantes del pequeño municipio de Oliegos. El pueblo quedó anegado y 38 familias se vieron abocadas a empezar de cero. A forjar una nueva vida lejos de sus orígenes. Su «querida» tierra. Adiós al valle que les vio nacer. El 28 de noviembre de aquel año, cerca de 150 personas se subieron a un «tren especial diseñado para la ocasión» cargados con enseres, aperos y algunas de las tallas más importantes que atesoraba la iglesia de Oliegos, como San Antonio, San José, San Pedro y la patrona, la Virgen de las Angustias, en busca de una segunda oportunidad. Incluso las campanas que entonces repicaban en este valle leonés lucen desde 1950 en el campanario de la iglesia de San Pedro, en Foncastín.

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