Sucesos en Valladolid

Fombellida llora la muerte de Walerico, «una buena persona», al arder su coche en Piñel

Antes de su evacuación, el herido fue atendido y estabilizado 'in situ' por un equipo médico del centro de salud de Peñafiel, desde donde también se movilizó la citada ambulancia. Un helicóptero medicalizado del Sacyl, también desplazado al lugar del siniestro, finalmente retornó a su base al no ser necesaria su intervención.

El siniestro se produjo minutos antes de las once de la mañana, a las afueras de Piñel de Abajo, en el cruce de las carreteras VP-3014 (en dirección Piñel de Arriba) y la VP-3013 (procedente de Castroverde, del valle del Esgueva). Cruce donde, según parece por la ubicación final del automóvil siniestrado, este, al llegar a la citada intersección, se fue recto cruzando la carretera de los piñeles, la VP-3014, empotrándose frontalmente contra un bloque de hormigón y comenzando a arder de manera rápida. La vía de Castroverde desemboca de forma perpendicular -en `T´- en la de Piñel, entronque regulado con un stop, tanto con señalización vertical como horizontal.

El automóvil enfilaba la recta de la carrera de Castroverde que bordea Piñel de Abajo -y que conecta a ambos piñeles, como también conecta con Pesquera de Duero y Peñafiel- y se fue recto a la cuneta cruzando la calzada de la VP-3014, chocando frontalmente contra un registro de hormigón de una alcantarilla situada en un terraplén de la cuneta.

Vecinos de la localidad piñelana y otros conductores -como un vecino de Peñafiel- que pararon al encontrarse con el coche siniestrado, que ardió en segundos después del impacto, arriesgando su integridad física lograron rescatar del coche en llamas a Acindino, quien viajaba en el asiento del copiloto, sin poder hacer nada por Walerico ante la fuerza que adquirieron las llamas en apenas segundos.

El lugar del suceso se encuentra a escasos trescientos metros del cuartel de la Guardia Civil de Piñel de Abajo, cuyos agentes acudieron de forma inmediata, también del cuartel de Peñafiel, localidad desde la que se movilizaron dos dotaciones de bomberos de la Diputación de Valladolid, quienes sofocaron las llamas y extrajeron el cuerpo. Agentes de la Guardia Civil de Tráfico se desplazaron para realizar el correspondiente atestado y poder determinar las causas del accidente. Desde Valladolid también se desplazó un furgón del Instituto de Medicina Legal para trasladar a la capital el cuerpo del vecino de Fombellida, una persona muy apreciada y querida en el municipio del valle del Esgueva, como señala el alcalde del municipio, Víctor Alonso.

Al enterarse de la trágica noticia, las primeras palabras expresadas por el alcalde de Fombellida y vicepresidente de la Diputación de Valladolid, Víctor Alonso, han sido de pésame y afecto hacia a la familia de Walerico Burgoa. «Qué pena», lamenta Alonso, quien, recogiendo el sentir de todos los vecinos, expresa sus condolencias, así como el sentimiento de pérdida y el aprecio del pueblo al fallecido y a sus familiares.

Casado y sin descendencia, agricultor jubilado, «Walerico era una persona muy conocida en el pueblo, muy sociable, se relacionaba con todo el mundo. Una persona muy querida a la que vamos a echar mucho de menos. En los pueblos pequeños, como el nuestro, se notan mucho las pérdidas», señala el regidor, quien recalca que «todas las pérdidas se notan mucho, y se sienten mucho, pero cuando son por circunstancias no esperadas, como por accidentes, se sienten de una forma especial. Seguro que todos los vecinos sienten una pérdida tan importante», refleja Alonso, quien explica que «en los pueblos se siente más la compañía de todos, y la pérdida de una persona que todos conocemos es muy importante. Las relaciones personales son más cercanas. Ahora somos 80 vecinos y una persona aporta muchísimo, más en las relaciones personales, y más cuando es alguien muy sociable, como lo era Walerico», a quien todos estiman en el pueblo porque era «muy buena persona y la pérdida va a ser importante», recalca el alcalde.

Una pérdida importante porque, como entiende Alonso, la desaparición de un vecino en un pueblo tan pequeño como Fombellida supone siempre debilitar la cadena de solidaridad vecinal, de ayuda mutua y altruista entre los vecinos, la mayoría personas mayores que viven pendientes del bienestar de todos.