La familia de una niña con osteosarcoma en la rodilla organiza una marcha en Castromonte

Después de 158 días, el pasado 13 de mayo Bárbara volvía a casa, con el consentimiento de las oncólogas, tras finalizar el último ciclo de quimioterapia. Su padre, Raúl Valverde, tiene claro que «al ser joven, lo llevaba bien», asegurando que «ojalá que todas las niñas lo pasaran como mi hija». En la memoria quedaban los malos y buenos momentos de unos meses, «el miedo con el que te ibas a casa aquellos primeros días», según recuerda Raúl, quien aconseja no mirar a Internet. No obstante no tardaron en saber que «dentro de lo malo era lo menos malo».

La llegada de Bárbara al Hospital Infantil Niño Jesús hizo que sus padres se trasladaran de Cabezón de Pisuerga, donde vive la familia, a Madrid en un ir y venir continuo entre radiografías, biopsia, reservorio, consultas, pruebas... Fue en uno de esos viajes de vuelta a casa cuando « la trabajadora social del hospital nos llamó para hablarnos de una fundación que se dedica a dar alojamiento a los familiares de niños que tienen que recibir el tratamiento fuera de su domicilio», recuerda Raúl Valverde, quien hace ver que «de repente, te encuentras solo y un persona te llama y te soluciona el problema de la vivienda, y eso es muy importante»

Por mediación de la trabajadora social, Raúl Valverde y su mujer, Verónica Martín, no tardaron en presentar la solicitud y, a los pocos días de comenzar el tratamiento, se pudieron alojar en la Casa Ronald McDonald de Madrid, un espacio que permitió acompañar a Bárbara durante todo su tratamiento a sus padres y a su hermana, Gabriela, que se acercaba a Madrid en fines de semana y en vacaciones como Navidad y Semana Santa. La situación en el mismo complejo del Hospital Niño Jesús «era como estar en el hospital, pero sin estarlo».

Las Casas Ronald McDonald (Sevilla, Barcelona, Málaga, Valencia y Madrid) tienen como objetivo normalizar el ambiente hospitalario de las familias con hijos hospitalizados, ofreciendo, de forma gratuita, un hogar con un ambiente agradable, compuestas por habitaciones con baño individual, cocinas donde las familias pueden cocinar y compartir sus experiencias, comedores, salas de juegos para niños, área de ordenadores, biblioteca para acompañar a los niños en sus estudios, salas de manualidades donde realizar talleres y actividades, lavandería, gimnasio y aparcamiento para cada familia. Estas casas suponen un ahorro de más de 1.000.000 de euros cada año en hospedaje, aparcamiento y transporte para el total de familias alojadas.

También es el momento de recordar con emoción el excelente trato recibido en unos días en los que todas las tardes las voluntarias organizaban alguna actividad, convirtiéndolos en chefs, alfareros y jardineros. Y en Navidad «nos visitaron Papá Noel y los Reyes Magos, comimos las uvas con un equipo de TVE que nos quiso acompañar y luego nos dedicó unos minutos en el telediario del 1 de enero, e incluso la embajadora de los Estados Unidos, junto con un gran número de marines, fueron a llevar regalos a los niños».

Después de muchas semanas, «dejamos la Casa Ronald McDonald con mucha alegría, porque significaba que Bárbara había terminado la parte más dura del tratamiento y volvíamos a nuestra casa, pero, a la vez, con mucha tristeza por las amistades que habíamos hecho y dejábamos allí», reconoce Verónica, quien asegura que «solo podemos trasmitir las mejores palabras de agradecimiento por las facilidades y apoyo que se da a cada familia», porque trabajadores, voluntarios y empresas colaboradoras «intentaban hacernos el día a día más fácil y, de verdad, que lo consiguieron». La familia Valverde Martín también quiere expresar su infinita gratitud a todos los excelentes profesionales del Hospital Infantil Niño Jesús «por el magnífico trato recibido y el cariño mostrado».

Ahora, para «devolverles un poco todo lo que nos han dado» la familia de Bárbara, que ahora tiene 16 años, ha organizado una marcha solidaria para recaudar fondos y de esta manera «ayudarles para que sigan prestando la labor tan importante que hacen a otras familias». La caminata, que tendrá lugar este sábado en Castromonte, la localidad natal de Raúl y Verónica, con el apoyo de su Ayuntamiento, arrancará a las 11.00 horas, desde la plaza de la Constitución, para recorrer 5 kilómetros y terminar en las piscinas del pueblo, con un aperitivo y una rifa. También habrá un stand para aquellos que quieran comprar algún recuerdo de la Fundación Ronald McDonald. «Todo el dinero recaudado irá destinado, íntegramente, a la fundación y así ayudar a más familias que deben trasladarse lejos de sus hogares para que sus hijos reciban el tratamiento médico que necesitan», señalan Raúl y Verónica, quienes animan a participar en un reto solidario en el que «podemos marcar la diferencia en la vida de muchas familias». Hasta el momento «se espera la llegada de más de 500 personas de diferentes rincones». Para saber cómo se puede participar hay información en www.castromonte.es.