Muere Nacho Álvarez, el médico y alcalde que creyó en los pueblos de Valladolid

Comenzó en 1983, presentándose por este partido a la Alcaldía de Villavicencio de los Caballeros, donde llevaba un tiempo ejerciendo la Medicina. Inició así una acción que entre 1983 y 1987 le llevó a ser vicepresidente de la Diputación de Valladolid, ocupándose del Área de Acción Social. De la mano de Nacho Álvarez comenzó la remodelación de los servicios sociales provinciales, que incluían un hospital psiquiátrico, lo que asentó la modernización de las prestaciones sociales que ha llegado a nuestros días. En ese mismo periodo, formó parte de la ejecutiva del PSOE de Castilla y León y continuó de alcalde de este municipio hasta 1995, aunque el ejercicio de la Medicina le había llevado meses antes a la comarca del Duero.

Recaló en Villafranca como médico y allí también se implicó en la vida municipal, presentándose a las elecciones y llegando a ser teniente de alcalde y, el mandato siguiente, portavoz de la oposición. En ese mismo tiempo inició un periodo de 14 años como presidente provincial de Cruz Roja durante los que no hizo sino lo que sabía: pensar en el futuro y preparar a esta institución para una modernización de sus estructuras encaminada a hacer más efectiva y universal la prestación de sus servicios. Lo que hoy es Cruz Roja Valladolid se debe a la acción decidida de Nacho Álvarez.

El PSOE provincial no supo (¿no quiso?) ver que Nacho Álvarez era un decidido municipalista, que creía en los pueblos; un médico de los que se une al paciente con todas las consecuencias para mostrar la cara más humana de la Medicina, y un convencido de la justicia social y de la igualdad de oportunidades para todas las personas, vivan en la ciudad o en los pueblos. De haberlo sabido ver el PSOE, no habría dejado solo a Nacho Álvarez en su plan de edificar en el Barrio Girón de Valladolid la Ciudad Humanitaria de Cruz Roja, un macrocentro para prestar servicios, e incluso alojar, a personas sin recursos, incluyendo mujeres maltratadas.

Se repuso de aquel golpe, que siempre consideró su mayor frustración. Optimista irredento, y cuando ya llevaba más de dos décadas residiendo en Portillo, impulsó su agrupación socialista, hasta el extremo de que el mismísimo Alfredo Pérez Rubalcaba decidió pasar una jornada en tierras portillanas para conocer el trabajo de Nacho Álvarez y los afiliados socialistas, quienes en 2015 decidieron que este fuese su candidato a la Alcaldía. Con un acuerdo con IU logró el bastón de mando de esta su villa del alma, en la que se criaron los cuatro hijos de su matrimonio con su compañera vital Mercedes Abril. En solo cuatro años ejecutó una promoción industrial, turística y cultural de la villa como hasta entonces no se había conocido. Y, en otra acción que le consolida como ejemplo, preparó el relevo generacional en el PSOE local, dando paso a otro candidato.

Nacho Álvarez García había nacido en Pravia, Asturias, pero echó sus raíces en la Meseta castellana, en el Valladolid donde sacó la carrera de Medicina, conoció a su mujer, nacieron sus hijos, hizo sus mejores amigos y enseñó a los demás que merece la pena trabajar por tus semejantes.

La capilla ardiente quedará instalada a mediodía de hoy en el tanatorio de Las Contiendas de Valladolid, donde mañana sábado serán incinerado.