«Existiendo todo lo que consiguieron descubrir, su asesino continúa en la calle»

El alcalde de la localidad, Javier Fernández, comenzaba el acto y daba pie a la posterior intervención de Inés, hermana de Esther. Fernández agradecía de nuevo la asistencia «para pedir justicia para nuestra vecina Esther López y dar más fuerza y ánimo que nunca a sus familiares y amigos. Como reza el lema de esta concentración, 20 meses después os seguimos apoyando», se dirigía Fernández a la familia. «Y así lo ponemos de manifiesto cada vez que nos reunimos aquí, mes a mes, y así será hasta que la justicia tome una decisión que, principalmente, espera la familia de Esther, de una manera ejemplar y con un sufrimiento permanente, y también todo el pueblo unido aquí para que de una vez haya una resolución de un caso que se prolonga en el tiempo de una forma tortuosa y desesperante», expuso el regidor.

Junto a sus padres, Miguel y María Jesús, y arropada una vez más por primas y tíos, Inés dirigió un nuevo alegato solicitando justicia para su hermana Esther. Tal y como señaló en las palabras que dirigió a los asistentes a esta nueva convocatoria, «sinceramente hoy no entraba en mis planes tener que hacer otra concentración más», porque, como explicó, «no entra en mi cabeza que existiendo todo lo que consiguieron descubrir y demostrar los Cuerpos de Seguridad encargados de trabajar en el asesinato de mi hermana, él, su asesino, continúa en la calle y sin ninguna medida cautelar, repito, ninguna, y no se hable únicamente de toda la retahíla de indicios demostrados, tecnológica y científicamente, que ya recaen sobre una única persona».

La familia espera «que con lo que falta para que finalice la investigación se conozcan con detalle los hechos ocurridos esa noche donde mi hermana, tras ser atropellada, no recibió, por parte del despiadado autor material del delito, ayuda alguna que pudiera haber salvado su vida».

A él -Óscar G.-, al principal sospechoso, Inés dirigió el resto de sus palabras, de cómo su forma de proceder no resta apoyos a la familia, sino que los mantiene, refuerza y se mantienen inquebrantables a pesar de los 20 meses transcurridos desde la muerte de Esther.

En alusión a la declaración que realizó el principal sospechoso en sede judicial, Inés señaló que «en esa arrogancia y chulería es donde entra que un supuesto amigo se siente a declarar ante una jueza a insultar a una persona fallecida. Tú solito te has definido y desenmascarado, nos da asco lo que hiciste, lo que haces y lo que eres», enfatizó».

Ensalzó y mostró orgullo por sus padres, «Miguel, Chus», explicando la confianza que siempre tuvieron en el principal sospechoso, abriéndole su casa y acogiéndole, confianza que luego traicionó. «Nunca les has llegado a la suela de los zapatos (alabó a sus padres), y hoy, cuando hila una detalles, se da cuenta de que han tenido dentro de casa al monstruo, y, como no podría ser de otra manera, él mordió la mano del que le dio de comer».

Inés López finalizó agradeciendo el apoyo que están recibiendo, así como «a todos los que habéis trabajado y trabajáis para que el caso acabe como debe: con el asesino pagando su debida condena. Mi niña voladora, por las alturas vuelas tú sola, vuela tranquila: justicia para Esther».