La hermana del fallecido en Bobadilla del Campo: «Eufrasio murió en soledad, como quería»

Sus conversaciones con los vecinos eran las típicas. El tiempo, las cosechas, la pandemia y la vacuna contra la covid o pequeños intercambios sobre los recados cotidianos, convertidos ya en costumbres. Precisamente la ruptura de esta rutina fue la que llamó la atención en la calle Peñaranda de Bobadilla del Campo, donde residía este nonagenario desde pequeño. Sospecharon que a Eufrasio Pérez Gómez le había pasado algo.

«Las vecinas se percataron de que no había dejado la bolsa del pan en la puerta, una costumbre que tenía desde hace años, al igual que ir los domingos al bar a tomar algo. Y el domingo no fue», explica el alcalde de la localidad, Francisco Pastor, que, en poco más de una semana, ha tenido que despedir a tres vecinos del municipio por diferentes causas. Pero esta pérdida es más dolorosa si cabe, ya que «Eufrasio murió en la más absoluta soledad. Era una gran persona, reservado, pero buena gente. Siempre tenía un buen gesto para todos. Estamos consternados, pero este desenlace es una de las realidades que se vive todos los días en la España vaciada, morir sin que nadie sepa nada y que te echen en falta por no colocar la bolsa del pan en la puerta o por no ir al bar».

Eran las ocho de la tarde del pasado lunes cuando las vecinas de la calle en la que vivía Eufrasio llamaron al alcalde. En ese preciso momento, una mujer, que tenía las llaves del domicilio de Eufrasio, junto con el regidor, intentó entrar en la vivienda, pero no se pudo debido a que estaban cerrado las dos puertas de entrada, tanto la principal como la trasera, que tiene acceso al patio en el que se encuentra el cuarto de baño donde los bomberos de Tordesillas encontraron el cuerpo sin vida del anciano. «Como no podíamos abrir la puerta decidimos llamar a la Guardia Civil de la Comandancia de Fresno el Viejo, pero vinieron los de Tordesillas y, una vez que llegaron, activaron todo el protocolo. En poco tiempo entraron en la casa y confirmaron que había fallecido», explica el regidor, que fue el encargado de comunicar a los familiares más directos el fallecimiento de Eufrasio que, el próximo domingo, hubiera cumplido 90 años.

Por ahora se desconocen las causas del fallecimiento y tampoco se tiene la certeza sobre el día y la hora de su muerte. Según el juez de paz del municipio, Ángel Velasco, «cuando entraron los bomberos, el juez y los forenses se percataron de que la cama no estaba deshecha, por lo que no habría dormido en ella el domingo; y además se encontraron un plato con comida en la mesa de la cocina, por lo que probablemente tampoco cenó ese día».

Pero antes de conocer el triste desenlace se produjo una circunstancia que hace pensar que falleció el domingo por la tarde, según comentan algunos compañeros de chateo. Al parecer, el domingo por la mañana Eufrasio comentó en el bar que había perdido un juego de llaves, que fueron encontradas posteriormente por unos niños del pueblo que horas más tarde intentaron entregarle en mano sin obtener respuesta.

El encargado de ponerse en contacto con los familiares fue el alcalde. «En su teléfono móvil tan solo había registrados tres números de teléfono, el de su hermana, María Teresa Pérez, quien junto a uno de sus hijos se trasladó ayer a primera hora de la mañana desde Madrid a Bobadilla; y el de alguno de sus sobrinos». Teresa comentó que hacía algo más de un mes y medio que no tenían contacto, pero que «siempre fue una persona con una salud de hierro. Me da mucha pena que haya muerto en soledad, pero es lo que mi hermano había decidido. Vivir solo y aquí. Nunca quiso venir a vivir conmigo a Madrid porque no le gustaba. Yo estaba temerosa de que pudiera pasar algo así y al final murió solo».