La titular del Juzgado de Instrucción 5 de Valladolid, que instruye el caso de la desaparición y muerte de Esther López, ha dictado una providencia fechada este jueves 6 de octubre, para que se remita un segundo oficio «recordatorio» al perito de la empresa Seada ... para que entregue su informe. «Revisadas las actuaciones», indica la providencia, se recuerda al técnico «el urgente cumplimiento del informe pericial que fue autorizado por auto de fecha de 12 de abril». Este informe es considerado clave por los investigadores para poder determinar los movimientos del principal investigado la noche de autos y los días siguientes a la desaparición de la joven vecina de Traspinedo, cuyo cadáver apareció en una cuneta de la carretera que conduce a su municipio el pasado 5 de feberero.
Ante el retraso en emitir su informe, la instructora del caso Esther López ha requerido por segunda vez al perito que analiza la centralita del coche de Óscar S. M. para que remita el documento en un momento en que las diligencias han entrado en un callejón sin salida a pesar de que la incesante investigación por parte de la Guardia Civil va ya para nueve meses. La magistrada Soledad Ortega recuerda al técnico de la empresa Seada, que colabora con la Guardia Civil, «el urgente cumplimiento» del informe pericial que fue autorizado el 12 de abril pasado. O, en todo caso, le indica, «que determine las causas que impiden su presentación».
El primer requerimiento se realizó el pasado mes de junio por parte de la jueza a raíz de la tardanza en recibir los informes de los distintos departamentos de la Benemérita que participan en la investigación para esclarecer la desaparición y muerte de la vecina de Traspinedo. El perito respondió al Juzgado de Instrucción 5 de Valladolid con un adelanto de su informe, en el que confirmaba la «manipulación» realizada en el equipo de navegación del turismo.
En esa comunicación, el perito indicaba a la jueza que el informe definitivo estaba a expensas de «dos cuestiones» relativas al análisis del módulo de navegación del turismo que fue remitido a la empresa fabricante en Alemania, concretamente a Dresde, para un exahustivo examen. Detallaba que, tras analizar el módulo de navegación del vehículo se corroboró que se había realizado un borrado de todas las averías del coche en dos fechas diferentes. Además, se constató «el intento de creación de una nueva llave y la programación sin éxito de esta».
El técnico estaba pendiente de la respuesta del fabricante alemán sobre cuándo se utilizó por primera vez el usuario principal del equipo y si el sistema de navegación fue desactivado
Otra cuestión que estaba pendiente, indicaba el técnico, era «la respuesta del fabricante sobre cuándo se utiliza por primera vez el usuario principal en el equipo y si el sistema de navegación no se activó en ningún momento o, por el contrario, lo desactivó el usuario, ya que no se han encontrado posiciones GPS en el aparato multimedia».
El perito de Seada, empresa especializada en verificación técnica de vehículos y colaboradora de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, anticipó así a la jueza la «clara y confirmada» manipulación del sistema de navegación del Volkswagen T-Roc, una manipulación, tanto de la centralita como de la llave, que Óscar S. negó taxativamente cuando fue interrogado por la propia jueza el 25 de abril pasado.
«Se muestran dos fechas en las que se realiza un borrado de todas las averías del vehículo, el intento de creación de una nueva llave y la programación sin éxito de esta», concretó el perito, quien añade que, por otro lado, «queda pendiente la respuesta del fabricante del equipo sobre cuándo se utiliza por primera vez el usuario principal en el equipo y si el sistema de navegación no se activó en ningún momento o, por el contrario, lo desactivó el usuario, ya que no se han encontrado posiciones GPS en el aparato multimedia», se justificó el técnico ante el primer requerimiento de la instructora.
La hipótesis de mayor peso sobre la que trabajan los investigadores es que la víctima fue atropellada la madrugada del 13 de enero con un coche de las características del de Óscar S. M. y que el impacto fue «a media o baja velocidad», sin que el golpe tuviera entidad suficiente para causar su fallecimiento, producido a posteriori por una posible conjunción de factores como un shock e hipotermia.
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