El equilibro entre la tradición agraria y la riqueza turística
MUNICIPALISMO 2024 ·
En los campos de Villagarcía se cultiva cereal, maíz, alfalfa y guisantes. También hay una explotación muy importante de nogales que comercializa una de las mejores nueces del país
A orillas del río Sequillo, junto a los montes Torozos, en Tierra de Campos, se sitúa Villagarcía de Campos. Una localidad de algo más de 300 habitantes cuyo motor económico fundamental se sitúa en el sector primario. En sus campos se cultiva cereal, y en la zona de regadío maíz, alfalfa y guisantes. También hay una explotación muy importante de nogales, de la que se comercializan unas de las nueces más valoradas del país.
En el plano ganadero, el ovino y vacuno centran la actividad. La vida económica se complementa con una residencia de la tercera edad gestionada por los jesuitas que da trabajo a cerca de una treintena de personas. En la cartera de servicios, Villagarcía de Campos cuenta con farmacia y bar.
El turismo de forma gradual se va convirtiendo también en una buena fuente de ingresos. Por ello, la Oficina Municipal de Turismo permanece abierta ya prácticamente todo el año para promocionar los reclamos más importantes, vinculados especialmente al patrimonio. El castillo es una de las joyas históricas que perviven en la localidad. Perteneciente al Reino de Castilla, en 1183 se comienza a construir como elemento de frontera entre este reino y el de León.
En él pasaría su infancia uno de los personajes más fascinantes del siglo XVI, Jeromín, futuro Don Juan de Austria e hijo del Emperador Carlos I, quien llegó a Villagarcía en 1554, de la mano del mayordomo y hombre de confianza del Emperador. Allí se educará y forjará su futura personalidad. Aunque fue arrasado durante la Guerra de la Independencia, actualmente podemos encontrar las ruinas parcialmente rehabilitadas de este castillo del siglo XII. El patio de armas, al que se accede por una rampa metálica de rejilla que lo conecta con la plaza, es accesible.
Otro de sus imprescindibles es la Colegiata de San Luis, un templo diseñado por Gil de Hontañón cubierto por bóveda de cañón, con tres capillas en cada lateral de la nave. Construida en el siglo XVI, en su interior luce un retablo mayor diseñado por Juan de Herrera y lo labró el maestro Juan Sanz de Torrecilla en 1579. Fue el primer ejemplar de iglesia contrarreformista de Castilla, sirviendo de modelo a las iglesias jesuíticas posteriores.
En su interior destaca el Museo de Arte Sacro, donde se puede disfrutar de tapices, pinturas, ornamentos litúrgicos y una rica colección de imaginería castellana, con obras atribuidas a Gregorio Fernández. En sus jardines se encuentran los restos de un antiguo acueducto. Sin lugar a duda, una gran riqueza patrimonial suficiente para ser explotada como un revulsivo turístico que pueda atraer visitantes y economía.
La economía
Inversión en infraestructuras. Se va a proceder a mejorar el entorno del castillo.
Mejoras y retos. Una empresa está interesada en ubicar torres eólicas.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.