Valladolid

Entretenido encierro con el desafío de ganaderías el celebrado en Tudela

A las 17:30 horas, después de un cohete, fueron saliendo los seis toros, de uno en uno, desde los toriles de la calle del encierro hasta el final del Puente Mayor del río Duero. Todos los toros salieron velozmente, quitando el tercero que se hizo un poco de remolón y tardó un poquito más en bajar. Llegaron en pocos minutos hasta el final del recorrido, donde allí se pararon todos menos uno, que se quedó a la mitad de la calle, dándose la vuelta y volviendo por sus mismos pasos hasta la salida de toriles y después de un buen rato fueron encerrados allí.

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Para entonces el resto de la manada se había dividido en dos grupos, quedándose dos toros a la salida del puente y otros dos tomaron la calle hacia la salida de los toriles y otro por la mitad de la calle. Fueron los dos toros que quedaron a la salida de puente los que protagonizaron los momentos más divertidos, pero también los más peligrosos, pues uno de los novillos metió la cabeza entre los barrotes de una zona que estaba abarrotada de público. Se vivieron momentos de pánico porque era muy estrecho la zona donde estaba el público y tenía poca salida, pero afortunadamente el novillo sacó la cabeza sin más complicaciones y todo quedó en un susto.

Al mismo tiempo, el otro novillo pegaba buenos arreones a los cortadores que lo citaban, llevándose algunos de ellos una buena ovación. Finalmente volvieron a subir todos los novillos hacia el puente, pero una vez cruzaban el puente se quedaron en la mitad y ya no hacían caso a los corredores que les citaban de un lado y del otro del puente. Entonces se procedió a la suelta de los bueyes y así fueron empujándoles puente arriba hasta la plaza de toros, dando por finalizado el festejo después de una hora desde su salida y sin que se produjera ningún incidente.