Enfado en Alaejos tras catalogarlo el pueblo más feo de Valladolid

Indignación, enfado y disgusto son algunas de las emociones que han sentido los vecinos de Alaejos después de que su municipio fuera protagonista de un artículo de la revista especializada 'Viajar'. Y a diferencia de haber recibido halagos por su historia, por su patrimonio o por su buen hacer, ha obtenido todo lo contrario. El medio de comunicación lo catalogaba como el municipio más feo de la provincia de Valladolid, después de haber empleado la Inteligencia Artificial para elaborar este informe. «Creo que hay muchos pueblos mucho más feos en la provincia. Si eso lo hace la inteligencia artificial vamos bien, porque no me fio nada de ella», comenta Mari Cruz Maestre.

Un «jarro de agua fría», detalla María Alegría que ha irritado a muchos alaejanos. «Lo que hay que hacer es no fiarse tanto de las inteligencias artificiales, que no dejan de ser artificiales», añade la vecina de la localidad; quien también ha solicitado «más trabajo a pie de pueblo» a la revista para conocer Alaejos y juzgar «con conocimiento de causa».

Pero no solo las personas mayores de la localidad han recibido de malas formas esta noticia; también los jóvenes han mostrado su indignación. «Cómo puede opinar una inteligencia artificial que no ha visitado el lugar, porque para saber si un sitio es bonito hay que visitarlo, principalmente, y ver cómo son las calles, el ambiente y todo», explica Adrián Pérez. «Este pueblo es muy antiguo y tiene mucha historia. A nada que lo visites un poco, te das cuenta de lo bonito que es», menciona Oinatz Sardón.

Y es que Alaejos no solo plasma su historia en recursos como la Iglesia de Santa María, declarada Monumento Artístico Nacional en 1931; o en la Iglesia de San Pedro, la cual recibió la declaración en 1980; o en su Castillo-Fortaleza de los Fonseca de finales del siglo XII; sino que todo el municipio recibió la denominación de Conjunto Histórico Artístico en la década de los ochenta. La localidad formó parte de la comunidad Villa y Tierra de Medina del Campo, zona fronteriza con el reino leonés; por lo cual, estaba fortificada. Su buena situación geográfica hizo que en el siglo XVI fuera una villa floreciente, que contaba entonces con 4.500 habitantes, y que adquirió una gran importancia en el mundo vinícola. Un aspecto que incluso reflejaron grandes escritores del Siglo de Oro como Cervantes, Quevedo y Tirso de Molina.

«Siempre ha sido un público mágico», asegura Emiliana Maestre. «Además el alcalde está haciendo cosas muy buenas», añade. «No creo que Alaejos sea feo. Tiene dos iglesias mudéjares preciosas y la plaza está muy bonita. Se está cuidando el entorno y se está haciendo mucho por el pueblo», señala su hermana Mari Cruz. «Invito a la gente a que venga a verlo y se enamorará del municipio», expresa Juan Manuel Gabriel, dueño de la floristería 'La Casita de Alaejos'.

Incluso algunos de sus vecinos se han aventurado a trasladar su desacuerdo a 'Viajar'. «Estoy muy enfada, y todos mis hijos igual. He escrito a la revista para quejarme porque no hay derecho con las torres, el patrimonio y el castillo que tenemos, que se está reconstruyendo. Y que nos hayan puesto como nos han puesto, nos parece muy mal», puntúa Milagros González.

Una oportunidad para aumentar turistas

Mientras muchos lo ven con una mirada más negativa, en la Oficina de Turismo lo consideran «una oportunidad», señala Inmaculada Martín. «No le voy a dar la importancia que tendría que tener. Al principio te enfada, pero después hay que ser inteligente y creo que nos sitúa también en el mapa», comenta. En lo que va de año, Alaejos ya ha recibido 4.216 visitas. «Tanta gente no tiene mal gusto, sobre todo si se sorprenden y dicen lo bonito que es», añade. Por ello, pretende «darle la vuelta» a esa denominación y romper las estadísticas de turistas. «Si este año lo hemos hecho, lo vamos a hacer más porque van a comprobar que no es cierto», declara.

Y es que, desde que comenzó el 2023, la Oficina de Turismo no ha hecho más que hacer visitas guiadas a multitud de personas. «Desde febrero no he parado», cerciora Martín. En grupos de veinte personas, los forasteros han ido llegando a Alaejos desde todas partes del país - especialmente de Valladolid, Salamanca, Zamora, Soria y Madrid - pero también de otros puntos de Europa, como Portugal, Francia, Holanda o Armenia.

En la localidad ofrecen dos tours. El primero de ellos, bajo el nombre 'Alaejos Tradición Mudéjar', recorre durante 90 minutos su Plaza Mayor, la calle Zabacos, la Iglesia de Santa María y la Iglesia de San Pedro. Por otro lado, 'Vamos a pisar historia' se centra en las ruinas del Castillo-Fortaleza de los Fonseca; el cual ha recibido recientemente tres millones de euros para su restauración.

Todo aquel que se sumerge en el pasado de Alaejos queda fascinado. «Se sorprenden al adentrarse en el pueblo, porque están acostumbrados a verlo mucho cuando pasan por la autovía y ven, a la lejanía, dos torres tan esbeltas en el horizonte castellano», expone Martín. «Ven que es un pueblo que ha ido creando infraestructuras, que está muy bien pavimentado y cuidado, y les sorprende la arquitectura que hay por fuera y por dentro; es increíble. Se quedan sin palabras cuando ven Santa María y San Pedro. Y no digamos el castillo que, aparentemente no hay nada, pero por dentro conocen su historia», añade.

«El mayor error que se puede cometer»

Quién tampoco recibió esta catalogación como el pueblo más feo de Valladolid fue su alcalde, Carlos Mangas. «Es el mayor error y la mayor injusticia que pueden cometer», asegura. El regidor señala no ser «un dato objetivo ni real», pues no responde a la realidad. «No tiene nada de feo», reitera. Una recogida de datos y una interpretación «muy sesgada» que no tiene nada que ver a lo que es realmente la localidad.

El primer edil menciona que Alaejos es «la conjunción de arte y de tradición castellana que no tienen otros municipio». En él no solo se puede encontrar arte religioso, sino también civil y militar. «Su calles todavía tienen el atractivo del siglo XVI, al igual que su plaza. Es una estampa muy bonita y, además, tiene una peculiaridad que es la altura de sus torres campanarios que fueron los dos edificios más altos durante mucho tiempo en Castilla y León», comenta Mangas.

No hay alaejano que se precie que no haya invitado al resto de España a descubrir los encantos que sus calles atesoran, el rico patrimonio que sus dos iglesias guardan y la gran historia de la que su castillo ha sido testigo. Solo hace falta adentrarse en su interior para conocer el pasado castellano que durante muchos siglos se ha estado fraguando en sus calles.

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