Valladolid

Encierro rápido y capea entretenida en Peñafiel

Al frente del grupo principal iba un toro colorado que en vez en girar a la derecha para tomar el callejón de entrada a la plaza al Coso a girado a la izquierda, hasta el rincón de la gran puerta que corta el paso en la larga recta final y que desvía a los animales hacia la entrada a la plaza. Afortunadamente en ese rincón no había hoy corredores apelotonados en los palos de salida del recorrido, como sucede algunas veces cuando llegan apurados al final de esta larga recta de cien metros. Solo dos corredores se han visto en algún apuro por este novillo, experimentados corredores que han salido con solvencia de la situación comprometida en la que se vieron por la acción de este toro que, rápidamente siguió la estela de sus hermanos y entró en el coso sin más novedad.

Los dos bueyes y el toro que entraron poco después, sin perder el hilo ni la carrera, ofrecieron la posibilidad de realizar alguna carrera extra, oportunidad aprovechada por alguno de los participantes en este tercer enchiqueramiento.

De nuevo la emoción estuvo en la plaza durante la celebración de la capea posterior al encierro, emoción pero sin el dramatismo de la tarde anterior. Hoy también un novillo de Sánchez Herrero ha saltado las tablas después de intentarlo en varias ocasiones. Esta vez el público situado fuera del ruedo se encontraba alerta, porque otro toro ya se encontraba fuera del redondel. Antes del salto ya protagonizó otra anécdota al meter la cabeza en uno de los burladeros y quedar unos segundos atrapado.

Poco después el toro saltó por la parte de abajo de la plaza sin que se produjese ningún momento de tensión ni de peligro, más bien al contrario, como no había nadie desprevenido, dotó de mayor espectáculo al festejo. El hecho de que de los toros salten el ruedo es algo con lo que se cuenta en Peñafiel, es casi una tradición.

Sin más, la capea finalizó, con la suelta de varias vaquillas, algo más de dos horas después de que a las 9:30 horas tuviese lugar el encierro.