Fompedraza mira al futuro con mucho optimismo con un presente ilusionante

La decidida apuesta por la diversidad de cultivos, buscando siempre la prosperidad del municipio y de sus vecinos, retrata la tradición agrícola de Fompedraza, principal sector de nuestra economía. Los agricultores y los ganaderos son quienes mejor saben qué crea y genera riqueza en el pueblo, no aquellos que marcan las complejas directivas y normativas que establecen las administraciones siguiendo las pautas de Europa.

Lo estamos viendo y viviendo hoy. Nuestro campo, productor de máxima calidad, se ve sometido a una competencia desleal y a la obligación de cultivar productos que no son rentables, lo que aboca al campo y a los pueblos a una lenta agonía. Por favor, dejen a los profesionales del campo trabajar. Solo así se garantiza el futuro los pueblos. Un pueblo tendrá garantizado su futuro solo si el campo es fuente de trabajo y de riqueza.

Aún con lo expuesto, Fompedraza es un pueblo próspero, que mira al futuro con mucho optimismo pues el presente es muy ilusionante. Nos encontramos en un momento excepcional, gracias, sin duda, al espíritu emprendedor de nuestros vecinos y a la diversidad de actividades sobre las que se asienta nuestra economía.

A los cultivos tradicionales ahora se suman nuevos, a la vez que se recuperan otros que han formado parte de nuestro ADN. Uno que ha tomado especial fuerza es el de la viña, gracias también a la acertada decisión de entrar a formar parte de la Denominación de Origen Ribera del Duero. Aquellas personas que hace 40 años dieron este paso fueron auténticos visionarios.

En nuestro término municipal se asientan cuatro bodegas adscritas a la DO, y, algo en lo que nosotros siempre hemos creído, la plantación de viñedo en altura, ahora es algo muy demandado por viticultores y bodegueros, por lo que nos posiciona de forma muy relevante dentro de la Denominación de Origen.

El sector del vino también ha generado un movimiento que ha impulsado el desarrollo de otras actividades económicas, como el turismo. Insisto, el futuro es muy prometedor, pero no solo para Fompedraza, sino también para toda la comarca. Todos juntos podemos alcanzar metas inimaginables, como aquellas que lo eran hace unas décadas y, sin embargo, se han alcanzado y superado con creces.

Todavía nos queda recorrido, lo cual debe de ser motivo de ilusión y motor de desarrollo, un desarrollo sostenible como el que hemos emprendido y que solo puede ir a más: tengo pleno convencimiento de ello.

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