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Son las pasiones y no las ideas lo que mueve al hombre, escribe André Gide en 'Los monederos falsos', la novela que estos días lee el presidente de la Junta de Semana Santa de Medina de Rioseco, Julio de las Heras Galván, mientras se recupera después de haber estado más de un mes hospitalizado tras contagiarse de la covid-19.
Aunque ya la segunda semana de marzo se encontró mal, con algunos días de fiebre, fue el sábado 14 cuando perdió el conocimiento en casa, síntoma que después se ha asociado al coronavirus. El lunes siguiente su médico del centro de salud le ordenó aislarse y el día 20, ante su desorientación y temperatura alta, le envió al Hospital Río Hortega, donde fue ingresado al dar positivo.
Cinco días después, al subirle la fiebre y tener dificultad para respirar, entró en la UVI, donde estuvo 25 días con dos periodos de intubación y con dos momentos muy crítico, en los que los médicos tuvieron que tomar decisiones vitales de cambio de medicación sin olvidar las complicaciones en el corazón, riñones y pulmones y las infecciones hospitalarias en sangre y pulmones.
«Todo esto lo sé porque me lo han contado», relata Julio, que no despertó hasta el 14 de abril. Fueron días en los que creyó estar «en hospitales de algún país del África del Mediterráneo». Por eso, «al no poder hablar, pedí papel por señas para preguntar dónde estaba, con una letra ilegible». Las enfermeras le explicaron dónde se encontraba y lo que le había pasado. Y ahora sabe que «en mi mundo interior estaba perdido».
Especiales coronavirus
Un momento importante fue cuando el 16 de abril a De las Heras le dieron su teléfono y pudo tener el emotivo momento de hablar con su esposa, Inma, y con sus hijos, Ana y Julio. Tres días después pasaría a planta, antes de que el 29 de abril recibiera el alta para regresar a casa sin medicación, sin necesidad de aislamiento, con una miocarditis que en seis o siete meses se podría resolver y 13 kilos menos, que «espero no recuperar en su totalidad», añade con humor.
Julio de las heras GAlván
Era el momento para curarse del todo con una dieta rica en proteínas y ejercicio para recobrar la masa muscular. Tiempo para poder disfrutar de la compañía de su mujer e hijos y recordar el apoyo de su hermano, Jesús Antonio, sus cuñados y toda la familia Galván, que «hemos vuelto a ser una piña». Pero también de esa otra familia, la cofradía riosecana de La Desnudez, de la que es presidente, agradeciendo a todos los hermanos el whatsapp en el grupo de la cofradía que a la hora del ángelus, durante todos los días de la hospitalización, pidió una oración por su recuperación. Gratitud que también hace a los internistas que le trataron en la UVI y a la neumóloga, ya en planta, sin olvidar al resto del personal sanitario por su excelente atención y «por su enorme grado de exposición al contagio».
En estos apoyos, De las Heras destaca de una manera muy especial el de Inma, ya que «ha sido increíble su abnegación, su tesón, su voluntad de reponerse, de crear una red para informar, ha sido una gran luchadora». El presidente de la Semana Santa riosecana cuenta con emoción cómo su esposa escribió durante todos los días de su hospitalización el diario 'Te presto mi memoria', donde fue anotando todo lo que iba sucediendo «en algo que la reconfortaba». Por eso, ahora, su «homenaje a todo el sufrimiento que ella ha tenido».
En casa es asimismo el momento para la reflexión, pues «siempre he pensado que los seres humanos somos contingentes, no gobernamos nuestra vida, y eso choca con el infantilismo de creernos que nunca nos va a pasar nada». Porque para De las Heras «vivir es peligroso», recordando la frase del colaborador de El Norte de Castilla Vidal Arranz. De ahí que tenga claro «hay cosas que están por encima de nuestra voluntad, de nuestras capacidades, porque no somos los amos del universo, somos más limitados de lo que el día a día nos parece». «Vivimos en tal mundo de certezas que olvidamos que vivir es peligroso porque hay muchas cosas fuera de nuestro alcance», dice.
De las Heras ya había anunciado que tras la Semana Santa de este año dejaba la presidencia de la Junta de Cofradías, «una decisión que ahora es ineludible, pues me recomiendan vida reposada y con tranquilidad». Por eso agradece al resto de la Junta General y a las cofradías «haberme permitido trabajar por la Semana Santa riosecana», así como todas las muestras de interés por su salud. En la memoria de esta Semana Santa de 2020 quedará la revista que, cuando la situación lo permita, se repartirá «como el recuerdo de lo que pudo ser y no fue».
Julio de las Heras reconoce que siempre le ha gustado aquello que dice San Lucas de «dad, y se os dará», pues «lo importante es darse a los demás, ya que se va creando y tejiendo una red que cuando sucede este tipo de cosas esa red te acoge y no te deja caer; esa red es la que ha defendido a mi familia de una situación tan dura».
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Jon Garay e Isabel Toledo
J. Arrieta | J. Benítez | G. de las Heras | J. Fernández, Josemi Benítez, Gonzalo de las Heras y Julia Fernández
Josemi Benítez, Gonzalo de las Heras, Miguel Lorenci, Sara I. Belled y Julia Fernández
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