El dueño del perro que causó una muerte en Trigueros, condenado a 360 euros de multa

El suceso ocurrió el 12 de diciembre de 2020, cuando José Luis González, de 71 años, cayó al suelo y se golpeó en la cabeza cuando trataba de zafarse de las mordidas del pastor alemán. Inicialmente el juzgado instructor imputó al propietario del animal y padre del joven, pero la Audiencia admitió el recurso planteado, de manera que la actuación judicial se ha seguido solamente contra este, que estaba ese día al cuidado del can.

El perro 'Sacha' ya había protagonizado con anterioridad al día de autos «episodios de agresividad hacia las personas en varias ocasiones» y el dueño «conocía su peligrosidad, dado que había mordido a varias personas», según recogió el auto del Juzgado de Instrucción 1 de Valladolid.

Poco antes de las 16:10 horas del 12 de diciembre de 2020, el animal salió de la propiedad donde «permanecía suelto, sin bozal ni collar», que está situada en el Camino del Manantial, en la Urbanización Pago de la Moraleja, a unos dos kilómetros del casco urbano de Trigueros del Valle y cerca de la carretera que conduce a Corcos. El joven había abierto la puerta de la finca para sacar un 'quad', momento que el animal aprovechó para escaparse y entrar en la finca colindante, propiedad del cuñado de José Luis González Castro, la víctima. Alertado Víctor, cogió el collar se dirigió hacia allí con José Luis, a quien el joven habría pedido ayuda para atrapar al animal. 'Sacha' se lanzó contra este y le mordió en el brazo derecho. El hombre, mientras intentaba eludir los mordiscos del corpulento animal, se cayó hacia atrás y se golpeó en la cabeza contra el cerramiento de piedra del chalé. Señala el auto que «consiguió volver a a casa por su pie pero, a pesar de la asistencia de urgencia y traslado al hospital, falleció poco después por este hecho».

Pero el pastor alemán no solo atacó a José Luis, sino que corrió hacia la parcela de este, donde se encontraba su esposa, y la mordió en la pierna derecha a la altura de la cadera, lo que le produjo unas lesiones que tardaron en curar cinco días. Con ella estaba la madre de Víctor, quien llamó al perro, que finalmente regresó a la parcela de sus dueños.

El titular del Juzgado de Instrucción número 1, que inicialmente acordó el archivo de la causa, volvió a reabrir la investigación ante los recursos planteados por la familia de la víctima y de la Fiscalía, que contemplaron un delito de homicidio por imprudencia por estar el perro suelto y carecer de bozal. La familia del fallecido interesó homicidio imprudente dentro de la figura de comisión por omisión al entender que el dueño no fue diligente en el control y dominio sobre un animal peligroso. La defensa sostuvo en su escrito de conclusiones provisionales que no hubo negligencia y que el fallecimiento no se produjo por los mordiscos sino por la caída. El acuerdo alcanzado por las partes ha evitado este miércoles la celebración del juicio.