

Drones contra avispas asiáticas
Dos integrantes del Parque de Bomberos de Peñafiel registran una patente para acabar con los nidos en altura
El zumbido del dron que va equipado con un dispositivo diseñado por dos bomberos del Parque de Peñafiel –dependiente de la Diputación de Valladolid-, es ... el peor augurio para la avispa asiática y sus intenciones colonizadoras y de domiciliarse por estos pagos. Saúl Peña y Miguel Ángel Pisador han desarrollado y patentado un mecanismo neumático que, cara a cara, reta a un auténtico duelo al sol a los nidos de estos insectos. Allí donde no llegan las escalas o las pértigas llega el dron provisto del módulo que se encarga de neutralizar a la vespa velutina, nombre científico de esta especie invasora.
La avispa asiática en la comunidad
El dispositivo acoplado en la aeronave no tripulada consta de un sistema de aire comprimido y una electroválvula controlada a control remoto, encargada de disparar los dardos que portan el biocida (insecticida) que neutraliza a los insectos dentro de su anidamiento. El ingenio que han patentado «ha tenido varias evoluciones», explica Peña. «Hemos mejorado el peso del dron y los sistemas de puntería. Empezamos con un láser y luego añadimos un zoom óptico. Tenemos diferentes versiones y habremos retirado más de 150 nidos».
Generalmente los nidos están a gran altura donde no llegan los vehículos de bomberos dotados de brazos articulados, extensibles o escalas. También se suele utilizar una pértiga con sistemas modulares o extensibles con una punta en su extremo y un tubo que la conecta con una bomba exterior. Se van añadiendo tramos hasta llegar hasta el nido y se le inyecta el biocida. «Hasta los 15 metros se trabaja bien con la pértiga, hasta los 20 se puede trabajar, pero a partir de los 25 es realmente complicado retirar estos nidos, que muchas veces se ponen por encima de los 30 metros», destaca Peña.

Aunque también los hay a ras de suelo –como el más grande que han retirado ellos mismos- o próximos a él. Esa ubicación los hace «potencialmente peligrosos, especialmente cuando se realizan labores de desbroce, cuando se recogen frutas de árboles o cuando estos se cortan, pues así se han producido múltiples ataques. Este avispón no es especialmente peligroso ni agresivo, pero protege su colonia y si te acercas al nido y hay miles de individuos el riesgo de ataque es importante».
Hace unos años, durante su estancia en la isla de Lesbos como voluntario en la crisis humanitaria de los refugiados, Saúl empezó a darle «vueltas a este asunto» y, junto a César Bonera, oficial de Salvamento Marítimo, diseñaron el dron, un dispositivo muy versátil pues puede utilizarse en múltiples lugares, como torres eléctricas, edificios, árboles…, «lugares completamente inaccesibles por otros medio», y acceder «si ningún tipo de peligro y de una forma muy rápida». Tan rápido que con este método un solo bombero puede acabar con 15 o 20 nidos en un día, mientras que, de otra forma, apenas se puede hacer lo propio con 3 o 4 anidamientos con un equipo de tres profesionales durante una jornada de 10 horas.

El norte de Burgos es la zona de la región más afectada por este insecto, retirándose también nidos en León, Palencia y, recientemente, se ha hecho lo propio con el primero localizado en Soria.
El zumbido del dron contra las avispas pronto será también un sonido más amable por lo habitual que será en el Cuerpo de Bomberos, pues Saúl está convencido de que estos artefactos formarán parte de su día a día como una herramienta de trabajo más con múltiples funciones en incendios, rescates y búsquedas. El zumbido del dron formará parte de la banda sonora del día a día de estos profesionales.
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