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El festejo ha estado muy entregado, los novillos y las dos vacas con que ha finalizado se han prestado a ello.
Por las características de la Plaza del Coso y del tipo de festejos, no han faltado los momentos de emoción y un buen susto, ... que, afortunadamente, ha quedado en sólo eso, un buen susto. Pero para el público, porque su protagonista no se sabe si se ha enterado del todo de que ha estado a punto de ser llevado de calle por uno de los novillos que fueron soldados por fuera. Iba tan despistado el hombre, que el toro lo alcanzó por detrás, pasó a su lado, llegando a tocarle y a desplazarse ligeramente, y siguió su camino dejándolo en pie e igual de despistado. Rápidamente se le refugió en el portal más cercano.
Un buen susto, como el de un joven al que otro astado, también por fuera del ruedo, hizo hilo, pero las buenas piernas del joven y que el toro cambió de dirección le libró de un revolcón. También del lance salió ilesa la bebida que portaba en una mano, cuyo basó no soltó a pesar de las apreturas.
Finalmente la vaca que se soltó por dentro del ruedo a continuación, para mantener alto el interés y la emoción saltó el ruedo, sin que se produjese ningún incidente pues se la veían las intenciones y la gente estaba atenta.
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