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Una incorporación a la autovía a la altura de Zaratán y uno de los accesos a Alaejos. Son los dos tramos de carretera más peligrosos ... de la provincia y se sitúan, además, entre los 270 más conflictivos de todo el país, según el último informe publicado por Automovilistas Europeos Asociados (AEA). Se trata de aquellos puntos de la red que han registrado, entre los años 2018 y 2022, un índice de peligrosidad medio que se sitúa, «como mínimo», diez veces por encima de la media nacional.
Para ello, se ha tenido en cuenta el número de accidentes registrados (en los que hubo al menos una persona herida) en función de la intensidad de vehículos que circulan a diario por ahí. Así, puede ocurrir que haya tramos de carretera en Valladolid con más accidentes, pero que, en función del tráfico que soportan, haya una probabilidad menor de sufrirlos. En los casos de las dos carreteras vallisoletanas se trata de unos tramos donde no hay importantes flujos de vehículos y, sin embargo, sí que ha habido una cifra de accidentes por encima de la media.
El primero de estos puntos está en el kilómetro 196 de la carretera Madrid-Gijón. Esta vía tiene otros tramos complicados a su paso por Valladolid (en Olmedo, en Mojados, en la rotonda de San Agustín), pero es a la altura de Zaratán donde han saltado las alarmas. Se trata de un tramo de rotondas que circula paralelo a la A-60 (Autovía Valladolid-León) y que termina justo en la incorporación desde la carretera convencional hacia esta doble vía. En este tramo, el informe de AEA, a partir de datos del Ministerio de Transportes, contabiliza dos accidentes con otras tantas víctimas (aquí se consignan tanto fallecidos como heridos graves y leves). Y recuerda que la intensidad media de vehículos no es muy alta, de 505 vehículos al día. Por lo tanto, si se promedian ambos indicadores, este punto se sitúa en la posición número 93 entre los 270 más peligrosos.
El otro lunar vallisoletano de la red viaria está en el kilómetro 182 de la N-620 (Burgos-Portugal). Se trata de la carretera nacional que circula en paralelo a la Autovía de Castilla y, en este caso, el tramo conflictivo se encuentra en uno de los accesos a Alaejos. Ocupa el lugar 180 de peligrosidad, con el registro de un accidente en una zona por la que pasan 830 vehículos al día. Es importante, por lo tanto, recordar que estos no son puntos con un elevado número de accidentes, pero que, en función del tráfico que soportan, sí que registran siniestros muy por encima de la media.
Desde Automovilistas Europeos Asociados insisten en que este Índice de Peligrosidad Medio «es el indicador más fiable para medir la peligrosidad de las vías» y recuerdan que el análisis se centra en las arterias de la Red de Carreteras del Estado. Para ello, se han fijado en los siniestros registrados en cada tramo de un kilómetro entre los años 2018 y 2022. Durante este tiempo (con una pandemia de por medio, lo que provocó un descenso en los desplazamientos), este índice de peligrosidad se redujo el 2,4% con respecto al quinquenio anterior (8,4 frente a 8,2). Sin embargo, hay tramos donde todavía se registra un importante número de accidentes. Así, en los 270 kilómetros más peligrosos, durante esos cinco años se contabilizaron 1.591 y 2.273 víctimas (la mayoría de ellas heridos leves). En el análisis anterior, entre 2015 y 2019, el principal riesgo estaba en el kilómetro 163 de la N-620, a la altura de Pollos (en el puesto número 26 del total del país). Ahora, ese punto ya no existe, pero se han incorporado estos dos nuevos kilómetros. De los 270 tramos localizados este año, 109 ya aparecían en el informe del año pasado.
Valladolid es, junto con Zamora, la provincia con menor número de tramos conflictivos (2), en una comunidad que cuenta con 51 kilómetros de alta peligrosidad. En cabeza se sitúa León (con 15), seguido por Salamanca (10). El mayor punto negro de la región (el noveno de España) está en el kilómetro 117 de la N-621 (León-Unquera), a la altura de Llávanes de la Reina. Allí, por donde apenas circulan 323 vehículos al día, ha habido cuatro accidentes con cuatro víctimas en el periodo analizado. El 18,8% de los puntos más conflictivos del país están en Castilla y León, la comunidad autónoma más extensa.
De acuerdo con este indicador, el tramo de carretera convencional más peligroso de España se sitúa en la N-4a, en la provincia de Jaén (entre los kilómetros 252 y 255). Allí, con solo 90 vehículos al día, hubo dos accidentes con tres víctimas. Si el criterio son las cifras absolutas, el tramo con más accidentes (100) y víctimas (158) es el kilómetro 0 de la autovía A77a, un tramo que sirve como circunvalación de San Vicente del Raspeig (en Alicante).
El análisis de AEA incluye un apartado especial para los 75 kilómetros más peligrosos de autopistas. En esta caso, claro, no hay ninguno en la provincia de Valladolid. El mayor índice de siniestralidad está en la AP-36, en Toledo. La entidad recuerda que el estado y la conservación de las carreteras juega un «papel fundamental» en la seguridad vial.
Este informe ve la luz justo cuando se abre la operación salida de Semana Santa, que se abre este viernes a las 15:00 horas y se prolongará hasta la medianoche del próximo lunes 21 de abril. La Dirección General de Tráfico (DGT) espera 1,9 millones desplazamientos por las carreteras de Castilla y León (un incremento del 2,48% con respecto a los movimientos reales registrados en la Semana Santa de 2024). Las vías en las que está prevista una mayor intensidad de tráfico serán las autovías que articulan la comunidad (como la A-1, la A-6 o la A-62). Este periodo vacacional, según la DGT, es uno de los «más complicados» del año, al aumentar el volumen de desplazamientos que se realizan en un corto espacio de tiempo, con orígenes y destinos similares y realizados en los mismos días y horas, informa Ical.
El informe recién publicado por Automovilistas Europeos Asociados se puede completar con otro que el RACE hizo público hace unos meses. En él, se analizaban los tramos que registraron una alta intensidad de accidentes entre 2020 y 2022 para fijar el índice de riesgo de una carretera. Ni un solo tramo de Valladolid entró en este listado, aunque sí que había nueve de Castilla y León. El peor, en la N-631, en Zamora, una carretera de apenas 56 kilómetros que conecta el embalse de Ricobayo con Rionegro del Puente. En este caso, el índice de riesgo se define como el número de accidentes mortales y graves ocurridos en un tramo por cada 1.000 millones de vehículos por kilómetro.
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