Diésel y gasolina suben de precio en Valladolid antes de la operación salida del verano

Sea como sea, lo que es seguro es que miles de vehículos –la DGT calculó 45,6 millones de desplazamientos en España solo en julio de 2023– saldrán a las carreteras vallisoletanas en dirección al destino elegido. Teniendo en cuenta que una de las principales características del tráfico estival es que aumentan los trayectos de largo recorrido, tanto en jornadas laborables como sobre todo durante los fines de semana, lo habitual es llenar el depósito. El problema es que hacerlo es más caro que a principios de mes.

Esa senda al alza se observa en el caso de los dos carburantes más demandados por los conductores. El diésel inauguró junio en la provincia a 1,467 euros el litro, según las estadísticas que recopila el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, lo que equivale a 80,69 euros para un depósito medio de 55 litros de capacidad. Fue abaratándose paulatinamente hasta el día 14, cuando descendió a la cota más reducida de 2024 (1,442 por litro, 79,31 euros al cambio) y a partir de ahí comenzó a subir hasta llegar a los 1,476 de este martes, el último dato disponible. Esto sitúa en 81,18 euros, casi dos más que a mediados de mes, lo que hay que pagar en una estación de servicio vallisoletana por el gasóleo A de un turismo convencional.

La gasolina de 95 octanos, por su parte, arrancó junio en Valladolid a 1,624 euros el litro, lo que implicaba un desembolso de 89,32 euros para 'cargar' a tope un coche estándar. Tras cuatro jornadas prácticamente sin cambios su coste empezó a bajar hasta llegar a los 1,60 euros por litro hace justo una semana, lo que rebajó la factura hasta los 88 euros justos. Desde entonces su precio ha ido incrementándose hasta alcanzar los 1,61 euros, cuando solo faltan 48 horas para el inminente estreno de las vacaciones de muchos trabajadores.

Esta evolución de los combustibles es similar a la que se produjo en 2023. Por entonces el diésel comenzó a encarecerse el 15 de junio (si bien entonces estaba a 1,365 euros por litro) y no dejó de hacerlo hasta el 24, cuando cambió la tendencia para alivio de los conductores vallisoletanos. Una alegría que fue de lo más efímera, puesto la senda de descenso de lo que el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico denomina como 'gasóleo A habitual' se truncó el 5 de julio. Volvió a aumentar de precio y su importe continuó engordando sin pausa durante ese mes, hasta marcar los 1,499 euros el 31.

El análisis del comportamiento de la gasolina de 95 octanos revela que hace un año empezó a subir antes, en concreto el 3 de junio (cuando se pagaba a 1,586 euros por litro de media en las estaciones de servicio de la provincia). Tras algunas oscilaciones, el pico se tocó el 13 y desde ese momento se mantuvo estable, en términos generales, durante un mes. Hasta que el 13 de julio despegó y fue obligando a los clientes a rascarse cada vez más el bolsillo, de manera inexorable, hasta alcanzar los 1,663 euros un día antes de agosto.