Desestimado el recurso para reabrir el caso del hostelero muerto en Tordesillas en 2007

El despacho de abogados de la familia presentó ante la Audiencia un recurso de apelación después de que el Juzgado de Instrucción número 2 rechazara la documentación aportada en noviembre de 2022 en base a la posible manipulación de un documento en el que se detallaba la coartada del principal sospechoso del homicidio, un obrero portugués que llegó a estar imputado por un delito de homicidio imprudente y omisión de socorro. Finalmente, el juez que llevaba la causa la sobreseyó el 19 de mayo de 2010 y desde entonces no se ha vuelto a reabrir, a pesar de los intentos de la familia.

De esta forma, la familia del hostelero se ha encontrado con otro revés, pues en noviembre se llevó un contratiempo «inesperado» por parte del Juzgado de Instrucción número 2 de Valladolid «al rechazar la documentación un día después de ser presentada». Ahora, el despacho de abogados ya prepara el recurso para presentar ante el Tribunal Supremo.

«Sabemos que la Guardia Civil, que hizo un buen trabajo, dio por resuelto el crimen cuando detuvo al sospechoso, pero nunca se permitió que mi entonces nuera, que vio cómo mataban a mi hijo delante de ella, pudiera reconocerle en una rueda de reconocimiento. En cambio, sí le reconoció sin dudarlo hasta en tres álbumes de fotos que le mostraron los agentes», recordaba hace casi un año Roberto Gómez antes de concretar que en los autos figura «un escrito de la Seguridad Social de Portugal que parece modificado a mano –esta prueba situaría al sospechoso en su país en el momento de los hechos– y que estamos tratando de cotejar con el original para intentar, si lo conseguimos, que se pueda reabrir el caso», añadía en junio de 2022 el padre de la víctima.

«Solo quiero que se haga justicia y pienso seguir haciendo lo que esté en mi mano para que así sea», reiteraba el padre de Óscar hace unos meses, quince años después de ese fatídico 25 de mayo de 2007. Ese día, tras cerrar su establecimiento hostelero vio a un grupo de personas, cuatro, en principio, que intentaban robar en apariencia el mobiliario de la terraza. Se lo recriminó y uno de ellos, que también golpeó a su pareja, pudo empujarle y hacerle perder el equilibrio. Su caída, al golpearse de cabeza contra el bordillo, fue mortal.