Sin descanso festivo en Olmedo

Olmedo continuaba hoy con sus fiestas patronales en honor a San Miguel y San Jerónimo. Jornada mucho más animada e intensa que la precedente que arrancaba a las 11 de la mañana con una suelta de vacas por el recorrido urbano hasta el Arco de la Villa para después continuar en la plaza de toros con la lidia de una vaca de prueba.

Finalizado el primero de los tres festejos taurinos programados para la jornada el lugar de cita, por partida doble, fue el recinto del parque Lope de Vega. Lugar donde primeramente pequeños, y también alguno ya más mayorcito, se divirtieron lo suyo sobre las ruedas con los pedaljops, haciendo equilibrio en la barredora y la dale que dale, y moviéndose en el toro sentado, y los mas chiquitines en la ludoteca Tarzán, saltando en las camas elásticas, haciendo deporte en la rampa, apuntado y tirando con el arco, y saltando y deslizándose por el gran tobogán de los Minions.

Allí mismo, a partir de las 14:30 horas, con gran asistencia de vecinos que trasladaron hasta la zona recreativas sus mesas y sillas pleglables, agrupados en familias, peñas o grupos de amigos, mas de ocho centenares de personas dieron buena cuenta de más 600 raciones de una paella y más de 200 raciones de un guiso de carne con patatas en la conocida como comida de amistad, amenizada musicalmente por la charanga, por la que cada comensal abono tres euros que el Consistorio destinara íntegramente a una causa solidaria.

Sin descanso, tras el almuerzo, con miles de personas apostadas desde más de una hora antes del comienzo del festejo a lo largo de las talanqueras instaladas en una de las márgenes de la carretera de Matapozuelos, el conocido como Mirador del Hontanar desde el que puede verse el encierro de principio a fin, y la prolongación de este hacia la carretera de Medina del Campo, daba comienzo el segundo de los encierros tradicionales al estilo de la villa, declarados Fiestas de Interés Turístico Regional. Festejo en el que se soltó una manada de bóvidos formada por cuatro toros patas blancas de encaste Urcola y Vega Villa de la ganadería salmantina propiedad de Caridad Cobaleda Galache acompañados por ocho cabestros conducidos por dos centenares y medio de caballistas.

Encierro completo pero por entregas, ya que la manada se rompió apenas superado el salto de la carretera de Matapozuelos, pese a lo cual apenas llego a los 40 minutos de duración. En primer lugar llegaron cuatro cabestros, seguidos de un novillo guiado por los aficionados a pie y tras el otro manso. Diez minutos después lo hacia otro de los bravos, que en su escapada arrastró a los otros tres cabestros, a galope tendido arreado por un centenar de jinetes. El cuarto y último patas blancas, que se resistió a hasta bien pasada media hora de su salida de los corrales de la dehesa a acceder al recorrido urbano. Finalmente lo hacía merced a la labor conjunta de caballistas y aficionados a pie no sin antes propiciar bonitas carreras tras los equinos y continuos derrotes y acometidas a las talanqueras.

Tras el festejo, el publico llenó la plaza de toros para disfrutar de una probadilla con los toros de casta Vazqueña de la ganadería lusitana Fernando Pereira Palha, que protagonizarán el encierro mañana por la tarde, donde los más puestos en tauromaquia popular a cuerpo limpio deleitaron al público con sus cortes y quiebros a los cornúpetos.

La actividad festiva continuaba después en los aledaños del coso con un encierro ecológico a caballo para los pequeños organizado por la Asociación de Amigos de los Encierros de Olmedo.