Descafeinado encierro en Medina del Campo

El primero en llegar al embudo fue el toro de Brazuelas, acompañado de una docena de caballistas, pero en el arreón final no fue lo suficientemente rápido, parándose el toro a la entrada de la calle, dándose la vuelta y volviendo por donde había venido, subiéndose a la ladera donde están los coches para verlo, y después de unos giros por allí cogió la carrera Las Salinas dirección el hospital, siendo anestesiado por los servicios municipales.

Luego llegaría otro toro, el de La Campana, acompañado de los bueyes, que entró sin ningún problema, siendo el primer toro en pisar las calles dirección el descansadero.

No tardó mucho en llegar el segundo toro que entraría en las calles, este del hierro de Valdefresno, que llegó en solitario con los caballistas, y que sería el último en entrar, pues después de esperar hasta las diez y pico decidieron anestesiar al resto de novillos.

A las 10.30 se soltaban los dos toros y los bueyes por la calle desde el descansadero hasta la plaza del Arrabal, en un encierro rápido, donde uno de los novillos se salió de la manada protagonizando una carrera peligrosa, donde los corredores tuvieron que esquivar las embestidas, ya que cogió la calle de izquierda a derecha buscando a los corredores, llegando a la plaza sin ningún incidente, pero con algún golpe de varias caídas.

Una vez en la plaza se soltaron tres novillos de los Hermanos Martín, de Nueva Villa, para finalizar el penúltimo día de las fiestas que acabarán mañana con el encierro de los toros de Torres Gallego, que pastan en Medina Sidonia.

En cuanto al herido en la noche del jueves, un joven que recibió tres cornadas, evoluciona favorablemente en el hospital Comarcal de Medina del Campo.