Valladolid

Denuncian problemas en la atención por la baja «masiva» de auxiliares en la residencia de La Seca

La «falta de personal» -en ese momento solo estaba una auxiliar junto a la supervisora y la coordinadora del centro- 'obligó' a siete de ellos a quedarse para ayudar en el servicio. «Nos tocó quedarnos a ayudar con la cena a los familiares que estábamos de visita; los que trabajan hacen todo lo que pueden, pero es una vergüenza», relatan los familiares, que prefieren no desvelar su identidad.

Una situación que reconocen desde la propia dirección del centro residencial -también agradecen la colaboración y ayuda de las familias- y que atribuyen a baja «masiva» de trabajadores. Según confirman, desde el pasado viernes son cinco los auxiliares que han recibido la baja médica. Ya han contratado a dos, aunque insisten en la dificultad de encontrar «ciertos perfiles laborales» sin apenas «margen de maniobra». «Las familias nos trasladan en sus quejas que es un descontrol, pero no es fácil. No podemos reponer personal a la velocidad que se cogen las bajas, hemos puesto anuncios en todas partes», explican fuentes de la residencia.

Dicen desde la dirección que por la mañana están «en ratio», que las tres auxiliares del turno acuden a su puesto. Por la noche, la persona que está de guardia también. El «problema», inciden, llega por las tardes. Como ocurrió este miércoles. Solo se presentó una empleada, de ahí que supervisora y coordinadora tuvieran que hacer labores que exceden de sus competencias. «Intentamos tener siete presenciales durante las 24 horas entre semana y cinco los fines de semana, pero si sobrevenidamente nos dicen que no vienen, no nos da tiempo a responder ni organizarnos, y mucho menos para encontrar a alguien que de un momento a otro les reemplace», lamentan.

Pese a esas dos contrataciones que dan «un poco de oxígeno» a la hora de hacer frente a las bajas laborales, desde la empresa encargada de la gestión del espacio, CK Senion Gestión SL, remarcan que seguirán «buscando» perfiles para cubrir las vacantes. «Podemos seguir así, estamos tirando sin descansar», admiten.

La Gerencia de Servicios Sociales ha realizado inspecciones periódicas a la residencia de La Seca -como hace con todas las demás- y no se ha detectado ninguna irregularidad. De hecho, apuntan fuentes de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades, en todas ellas superaron la ratio de atención directa a usuarios. Lo único que detectaron en la última visita, el pasado mes de agosto, es la falta de médico y enfermero, situación que ya ha sido solventada. Asimismo, aseguran estar «pendientes» de la situación de este centro de mayores para, en caso de no encontrar el personal necesario (destacan la «búsqueda proactiva» por parte de la empresa) para cubrir las bajas, «adoptar otro tipo de medidas».

Cuando tenían los familiares «prácticamente resuelto el quebradero de cabeza» por la falta de personal sanitario, pues ya acude un médico dos veces por semana (no disponían de él desde septiembre de 2022) y la enfermera se incorporará «en breve» (llevan sin este servicio desde junio de este año), les llega un nuevo problema. «Es muy duro; llevas a un familiar a una residencia para que está atendido y bien cuidado y que estén pasando por esto es horrible, porque los que están bien con la cabeza se enteran de todo», añaden.

La semana pasada, la situación llegó a tal límite que incluso tuvo que personarse la Guardia Civil, por «problemas internos» en la residencia que no llegaron a más y fueron solventados 'in situ'. Fue el miércoles, día en el que los internos, aseguran los familiares, «se quedaron sin desayunar porque el personal de cocina no fue y no avisó». Familiares, representantes municipales y la propia empresa mantuvieron una reunión para llegar a un entendimiento. Ahora, subrayan las familias, «el tema de limpieza y cocina está cubierto». «La situación estaba bastante encaminada hasta que ha pasado lo de las auxiliares, ahora que empezábamos a ver la luz al final del túnel», apostillan.

Esta residencia es de carácter municipal y abrió sus puertas el 3 de septiembre del 2012. Tiene una capacidad de 52 residentes y supuso una inversión de 2,069 millones de euros, aportados por la Junta de Castilla y León, la Diputación de Valladolid y el Ayuntamiento de La Seca.