Asegura que el exterminio anónimo se viene produciendo desde el pasado mes de septiembre y que, hasta el momento, han muerto más de una docena de gatos sin dueño que pululan por la zona del corro de San Miguel de la localidad vallisoletana de Medina de Rioseco. Nieves de Prado, vecina del municipio, viene alimentando a tres grupos de estos pequeños felinos por humanidad pero también por interés colectivo, pues asegura que son el mejor elemento de control contra las plagas de ratas.
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Les proveía de pienso y agua en una trasera de la calle Royo Angosto hasta que la nueva propietaria de una vivienda le recriminó su actitud, diciéndole que era «una marranería», por lo que acudió al Ayuntamiento para solicitar que un empleado de limpieza acudiera de vez en cuando y acondicionara la zona, pues hay otros vecinos que sí les surten de desperdicios de comida que pueden descomponerse y causar malos olores.
«Me dijeron que sí, pero al día siguiente lo que hicieron fue tapiar la trasera con maderas y espuma de poliuretano, dejando a los gatos encerrados. Menos mal que lograron saltar y salir por la calle Mediana, donde les llevo el pienso, Desde entonces, han muerto entre 13 y 15 animales envenenados», asegura Nieves de Prado, que ha denunciado los hechos ante la Guardia Civil y que ha recurrido de nuevo al Ayuntamiento para solicitar que, como ocurre en otros municipios como Zaratán, el Consistorio proceda a una gestión ética de las colonias felinas mediante el método CER (Captura, Esterilización y Retorno) y reconozca la labor de los alimentadores voluntarios.
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