Defensa crea en Valladolid su simulador de la 'guerra del siglo XXI'

El proyecto está en una fase avanzada pendiente de los informes de suelo no contaminado previos a la entrega de los terrenos al Ejército, previstos entre este segundo semestre de 2020 y principios de 2021, según informa en su edición de agosto 'Tierra', revista digital castrense.

Desde hace meses, expertos de las principales unidades de élite de las Fuerzas Armadas han visitado las 340 hectáreas y 300 edificios y subterráneos de estas instalaciones que acogieron una fábrica de armas (Santa Bárbara) y un campo de tiro, para diseñar un futuro plan de uso militar a gran escala. Se acabarían así 30 años de abandono casi total de estos cuarteles.

La nueva base sustituirá al Centro de Adiestramiento de Zaragoza y pretende convertirse en uno de los mayores recintos de formación militar de Europa. «Con muy poca inversión se va a lograr un alto adiestramiento», indican fuentes de la Oficina de Comunicación del Ejército. Las previsiones iniciales calculan una inversión de «entre 6 y 7 millones de euros».

En los trabajos para el acondicionamiento están asesorando especialistas de todo tipo: combate urbano (unidades ligeras y pesadas), bosque y subterráneo, hasta ingeniería, pasando por logística. Todo se incluirá en un estudio para «recrear una megaciudad con todas sus instalaciones (barrios, hospital, aeródromo, centros administrativos...) y poder entrenar distintas situaciones de ataque. Y cambiar el 'atrezo' que sea necesario en cada ocasión», indican las fuentes consultadas.

Las nuevas tecnologías serán claves. Sensores, cámaras, consolas de datos, tecnología de última generación, realidad aumentada, inteligencia artificial o la robótica inteligente ampliarán la capacidad de simulación de escenarios y situaciones. «Podremos analizar con más rigor la actuación de las unidades ante los retos a los que se enfrentan. Se trata de simular la guerra del futuro», explican desde Defensa. Con una ambientación muy real en la que se incluirán ruidos y olores urbanos o drones de vigilancia.

El combate contra las fuerzas enemigas con simuladores de duelo (láser), una red wifi interna que permitirá el seguimiento de las unidades y el uso de islas eléctricas con placas fotovoltáicas son otros de los complementos de la futura base.

Los asesores que dieron el visto bueno se «han sorprendido de las posibilidades de la zona». Este proyecto tiene su origen en el Proyecto Fuerza 2035 diseñado por Defensa para modernizar la capacidad operativa de sus integrantes. Así, este proyecto se inspira también en los centros de adiestramiento similares que se han creado en los países vecinos.

En el Ejército de Tierra se miran en el espejo de Schnöggersburg, el escenario de adiestramiento de Alemania, un cuartel de 500 hectáreas en el que han invertido 150 millones de euros. «Con una mínima inversión aspiramos a un nivel de excelencia militar parecido», indican los gestores del proyecto.

La adecuación de las hoy abandonadas instalaciones no se traducirá en grandes obras. A partir de 2021 y cuando se entregue el recinto, unidades de Ingeniería se dedicarán a preparar «edificio a edificio». Cuando esté a pleno rendimiento, en Defensa calculan que se podrá triplicar la presencia de militares en maniobras simultáneas, que ahora nunca excedía de 600 efectivos.

«Es una oportunidad para aprovechar algo que ya estaba en Valladolid. También para los pueblos de la zona que verán multiplicar los volúmenes de negocio de sus comercios», explican desde la Oficina de Comunicación.

El plan global del Polígono de Combate en Zona Urbana de Valladolid se completa con la reconversión de las instalaciones militares de Sardón de Duero en un simulacro de la sierra madrileña y los túneles por los que circula el AVE. Zapadores ferroviarios preparan ya 1.480 metros de subterráneo en los que se introducirán traviesas y vagones. En el exterior se reproducirán las áreas urbanas de Guadarrama en una suerte de 'megaciudad' donde se harán versiones de ataques terroristas.