Curiel de Duero: referente vitivinícola, enoturístico y patrimonial

Al igual que su castillo, que renació de sus cimientos para convertirse en un lujoso hotel hace un par de décadas, Curiel de Duero es un lujo de municipio, una pequeñita localidad de la Ribera del Duero que protege su patrimonio y embellece su casco urbano, algo que salta a la vista nada más poner un pie en ella. «Desde la anterior corporación se ha trabajado mucho este aspecto», señala el alcalde, Jesús Granado.

La principal actividad económica de este municipio es el sector vitivinícola, así como la agricultura, la ganadería ovina y, debido al tirón del mundo del vino, también el turismo y la hotelería y alojamientos. Además de su castillo, ocho casas rurales abren sus puertas a los visitantes.

Uno de los logros más importantes ha sido la consolidación de lo que aún se conserva del castillo-palacio –de gran relevancia y presencia– en pleno centro del municipio. Esta intervención ha evitado su continua degradación y ruina, saliendo así de la lista roja de Hispania Nostra, lista que recoge el patrimonio en peligro de desaparecer. En su interior también se intervino y ahora se puede visitar a través de un recorrido arqueológico.

Tras 8 años de alcalde y 4 más como concejal, Granado estima que el balance es positivo, «aunque no soy yo quien lo debe decir, sino que deben ser los vecinos quienes tiene que expresar su opinión. La gente del pueblo sí que me ha agradecido mi intervención, como lo ha hecho con anteriores corporaciones. A fin de cuentas todos hacemos lo que podemos».

De los diferentes proyectos ejecutados en estos últimos años, el que más destaca, y satisfecho se siente Granado, es el de la circunvalación del municipio, «una obra importantísima». Otra actuación ha sido la instalación de fibra óptica, algo que permite que Curiel no quede aislado y «condenado al ostracismo». Asimismo, recuperar el bar a través de una obra de consolidación que evitó su hundimiento ha sido básico para que los vecinos continúen disponiendo de un lugar de encuentro y socialización. Para los pueblos pequeños un espacio como este es esencial, pues es todo «un centro social». En la plaza donde se ubica, también se ha construido un gran mirador.

Conseguir que el agua fuese apta para el consumo humano, así como el cambio del alumbrado público por led son otras dos acciones que redundan en la calidad de vida vecinal y también en la factura eléctrica. En esta materia fueron pioneros y previsores, como lo fueron con el despliegue de fibra óptica. Asimismo, prácticamente se ha completado el asfaltado y se van reparando aquellas calles que por el tiempo y el uso se van deteriorando.

Proyectada está ya la instalación de placas fotovoltaicas para autoconsumo en dos instalaciones municipales, así como el diseño de una ruta de senderismo que conectará la Senda del Duero con el pico de las Pinzas, una ascenso que se adaptará para que un mayor número de personas puedan llegar a lo que es todo un mirador del valle, en el que además se han encontrado vestigios prehistóricos.

La instalación de contadores de agua digitales es otra obra que se consumará. Sobre este tema, el agua, el regidor considera que la depuradora tiene que ser lo próximo en plantearse «esté en el Ayuntamiento quien esté». En cuanto al patrimonio, le gustaría que la palabra que se le dio, por parte de la Junta, se cumpliese y se llevase a cabo la cubierta del torreón que queda en el castillo palacio y por lo que tanto ha insistido.

El futuro de Curiel se presenta prometedor. Antesala del valle del Cuco, su cercanía con la cabecera de comarca, Peñafiel, lo sitúan estratégicamente en el territorio donde se asienta, con buenas comunicaciones y como un excelente referente vitivinícola y enoturístico.

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