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s. gallo / ical
Valladolid
Lunes, 6 de enero 2020, 21:43
Los silos forman parte del paisaje de los pueblos vallisoletanos. En la actualidad, muchos permanecen en desuso. Sin visos de tener una ocupación a corto o medio plazo. Están condenados a caer en el olvido. Con la llegada del nuevo año, el Fondo Español de Garantía Agraria (Fega) tiene previsto reiniciar el procedimiento de venta de las 34 unidades de la Red Básica de Almacenamiento con las que cuenta en Castilla y León. Las administraciones de la comunidad, sin embargo, parecen no tener demasiado interés en hacerse con la propiedad de estos inmuebles para darles una nueva vida. Las más receptivas esperan unas condiciones favorables que les permitan mantener la actividad en estos enclaves, bien como lugar de almacenamiento de enseres del municipio o con nuevas iniciativas.
Por lo general, salvo alguna excepción, se trata de edificios abandonados pero que no se encuentran en muy mal estado de conservación, si bien las perspectivas no parecen favorables para dar una segunda vida a estos lugares de almacenamiento.
El Fega, dependiente del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, tiene previsto iniciar el procedimiento este mismo año, de manera que, una vez que se tasen las unidades, ofrecerá de forma prioritaria a las administraciones (juntas, diputaciones y ayuntamientos) la posibilidad de adquirirlos. Aquellos que no encuentren comprador, por su parte, pasarán nuevamente a ofrecerse en subasta pública –cuatro subastas para cada silo– con una rebaja en el precio entre una y otra. Una vez celebrados los concursos públicos, los que no hayan recibido ofertas pasarán a ofrecerse mediante adjudicación directa durante un periodo máximo de un año por el precio de la última subasta celebrada.
En la provincia de Valladolid, la Red Básica de Almacenamiento Público cuenta con cuatro silos ubicados en Simancas, Peñafiel, Corcos-Trigueros y Villalón de Campos. El alcalde de este último municipio, José Ángel Alonso, reconoció que depósito de esta localidad se encuentra en una situación «de abandono», aunque «no de ruina». Tras muchos años sin uso, solicitó al Gobierno una bajada del precio cuando si no consiguen vender en subasta algún bien pasado un tiempo.
La propuesta de Villalón pasa por acometer una convocatoria «especial» para cualquier proyecto industrial que tenga interés en este tipo de inmuebles, con descuentos de hasta el 80% para, de esta manera, dar uso a infraestructuras abandonadas y generar inversiones en pueblos donde la actividad es menos habitual. En este sentido, Alonso aludió al interés de una empresa quesera por hacerse con la propiedad del silo, aunque rehuyó de la idea porque «es más barato comprar una parcela y levantar la torre». «El Ministerio se tiene que bajar del burro», aseguró al mismo tiempo que dijo comprender que no lo quieran vender a «cualquiera». No obstante, pidió que se hagan «excepciones» a iniciativas empresariales que, a su vez, contribuyan a generar población.
En Castilla y León, existen un total de 34 unidades de este tipo. Es el caso de Arévalo y Madrigal de las Altas Torres, en Ávila; Castrojeriz, Lerma la Blanca, Lerma Santa Teresa, Miranda de Ebro, Pancorbo, Roa, San Martín de Rubiales y Villaquirán de los Infantes, en Burgos; Sahagún, Santas Martas y Valencia de Don Juan, en León; Carrión de los Condes, dos en Osorno, Paredes de Nava y Venta de Baños, en Palencia; Cantalapiedra, Gomecello y Peñaranda de Bracamonte en la provincia de Salamanca; Sepúlveda, en Segovia; Aliud, Almazán, Coscurita, Osma la Rasa y Soria, en la provincia de Soria;y Toro en el caso de la provincia de Zamora.
De ellas, actualmente se encuentran a la venta, mediante adjudicación directa hasta el próximo 4 de febrero, los silos de Sahagún (León) por un importe de 220.258,39 euros; el de Sepúlveda (Segovia), por 219.192,27 euros; y el de El Burgo de Osma (Soria), por un valor de 735.661,57 euros. La intención del Fega es vender estos edificios cuanto antes debido al prolongado tiempo de inactividad que acumulan, a lo que hay que sumar las pesimistas perspectivas de futuro para cambiar esta tendencia, algo que ha hecho que estos inmuebles no sean considerados necesarios para el ejercicio de sus competencias y funciones.
Conocedores de esta realidad, el Fega inició hace años la recuperación de los silos, muchos de los cuales se habían cedido a las comunidades mediante convenios de colaboración por los que se encomendaba la gestión de actuaciones de intervención y regulación de mercados, algo que en Castilla y León ya ocurrió en los años 2014 y 2015.
Paralelamente, se realizaron obras de mantenimiento y seguridad en nueve edificios, en el caso de Castilla y León en Arévalo (Ávila), Gomecello (Salamanca), Almazán y Soria capital (Soria) y Barcial del Barco y Benavente (Zamora).
Las administraciones de la región, por norma general, no parecen tener un gran interés en hacerse con la propiedad de estos inmuebles. La postura de la mayoría de diputaciones y ayuntamientos, según corroboran los testimonios de diferentes presidentes y alcaldes, es hacerse con sus servicios «siempre que se ofrezca por un precio de salida asequible» para albergar dependencias municipales, si bien siempre habría que estudiar su viabilidad. Por el momento, solo queda esperar para poder dar una salida a estos edificios.
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